Geoffrey Smith
Investing.com - Una serie de noticias del sector bancario destacan este jueves en una semana sin muchas novedades en los mercados de valores europeos.
Fuentes han informado a Reuters y Handelsblatt de que los dos mayores bancos del sector privado de Alemania, Deutsche Bank (DE:DBKGn) y Commerzbank (DE:CBKG), están a punto de cancelar sus negociaciones de fusión.
La fusión planteada nunca fue la opción preferida de ninguno de estos bancos, pues ambos están ocupados tratando de revertir una serie de operaciones crónicamente improductivas. El amago de fusión sólo se llevó a cabo debido a la presión política del Ministerio de Finanzas de Alemania para asegurar la supervivencia de su campeón nacional.
Esta lógica no logró convencer a los reguladores, a los que provoca algo de desconfianza la creación de un nuevo banco “demasiado grande para quebrar” que pueda tomar como rehenes a los políticos alemanes, ni tampoco a los sindicatos de ambas instituciones, que temen que pueda haber recortes de hasta 30.000 empleos.
El Deutsche ha subido un 3,2% por el alivio de haber escapado a la pesadilla de una fusión con tantas implicaciones políticas, aunque la valoración de las acciones, de sólo 0,24 veces su valor contable, indica que aún se enfrenta a grandes obstáculos. Las de Commerzbank se dejan un 2,0%, reflejando la pérdida de un posible comprador.
Aun así, todavía no es imposible que pueda estallar una especie de guerra de ofertas para el banco: el italiano Unicredit (MI:CRDI) SpA y la holandesa ING (AS:INGA) han expresado su interés, según los últimos informes, y BNP Paribas (PA:BNPP) también estuvo estudiando el Commerzbank hace un par de años. Ninguna de estas acciones está reaccionando con entusiasmo a la idea de que ahora pueda ser más posible hincarle el diente.
Por otra parte, Barclays (LON:BARC) se deja un 2% a pesar de una serie de resultados en general decentes entre los que destaca su división de inversión bancaria, que otra vez ha superado el rendimiento de muchos de sus rivales de Estados Unidos en mitad del revuelo del primer trimestre. Eso debería reforzar la posición del director ejecutivo, Jes Staley, que se enfrentará a una moción en la reunión de accionistas de la semana que viene para admitir en la junta al inversor activista Edward Bramson. Bramson está presionando para reducir drásticamente el banco de inversión.
Mientras tanto, la reunión de accionistas del Royal Bank of Scotland (LON:RBS) ha venido precedida hoy por el anuncio de la dimisión de su director ejecutivo, Ross McEwan, aunque seguirá en el cargo el año que viene. Bajo el mando de McEwan, el RBS (NYSE:RBS_pl) ha vuelto a la rentabilidad y ha solventado la mayoría de los escándalos relacionados con su directiva que lo han asediado durante la última década.
No obstante, nada de esto va a detener la oleada de recogida de beneficios en los mercados del continente; el índice de referencia Euro Stoxx 600 baja 1,10 puntos, o un 0,3% hasta 389,78 puntos, mientras que el FTSE 100 se deja un 0,5% y el DAX de Alemania retrocede un 0,3%, deprimido por las pesimistas declaraciones de los bancos centrales de Canadá y Japón y por los débiles datos económicos de Corea del Sur.