MADRID (Reuters) - La Audiencia Nacional decidió el viernes la apertura de juicio oral contra el expresidente de Bankia (MC:BKIA) Rodrigo Rato y otras 30 personas que formaban parte de la cúpula de la entidad entre 2010 y 2011 por los supuestos delitos de estafa y falseamiento en su salida a bolsa hace cinco años.
El magistrado Fernando Andreu, que ya propuso la apertura de juicio oral, decidió desestimar las solicitudes de sobreseimiento y seguirá adelante con el caso, uno de los grandes escándalos que han sacudido la vida política y económica del país.
En la práctica, la apertura de juicio oral implica que los exdirectivos y Rato, quien fue ministro de Economía del gobierno del PP entre 1996 y 2004 y considerado por algunos el artífice del "boom" económico que España vivió en esos años, se sentarán en el banquillo de los acusados.
Rato, que también fue vicepresidente del gobierno y director gerente del FMI, tiene pendientes varias causas judiciales y, aunque sigue en libertad, fue condenado a cuatro años y medio de cárcel en febrero por el caso de las "tarjetas black" que investigó la remuneración fiscalmente opaca de la cúpula de Caja Madrid, la entidad sobre la que se formó el grupo Bankia.
En su auto del viernes, Andreu decidió abrir juicio oral como personas jurídicas contra Bankia, el holding BFA y la auditoria Deloitte, esta última por los informes favorables que hizo de una entidad que poco después de salir a bolsa tuvo que ser rescatada con dinero público.
El juez también mantuvo el juicio oral contra el auditor de Deloitte Francisco Celma y 30 directivos de la entidad bancaria, entre ellos el ex consejero delegado Francisco Verdú o los consejeros José Luis Olivas y José Manuel Fernández Norniella.
Durante la instrucción, el juez apreció que las cuentas anuales de Bankia en 2011 no reflejaban la imagen fiel de la situación económica de la entidad y que los consejeros investigados "maquillaron" la información del folleto de salida a bolsa de la entidad.
Bankia tuvo que ser nacionalizada apenas un año después de su salida a bolsa con ayudas públicas totales de 22.424 millones de euros, tras una operación bursátil que suscitó un fuerte malestar entre los inversores.