Investing.com - Uber suma una nueva polémica. La plataforma pagó 100.000 dólares a piratas informáticos para mantener en secreto una filtración cibernética ocurrida el año pasado que expuso la información personal de cerca de 57 millones de usuarios y conductores de todo el mundo.
La compañía ha reconocido que dos individuos ajenos a la empresa accedieron a sus bases de datos y fueron capaces de descargar información que incluía nombres, direcciones de correo electrónico y números de teléfono de usuarios.
Entre ellos figuran, además, 600.000 conductores de Uber en Estados Unidos, cuyos números de carnet de conducir, la forma de identificación más habitual en este país, también fueron robados por los hackers.
Las autoridades británicas de protección de datos iniciarán una investigación y advierten de que el encubrimiento puede conllevar mayores sanciones. El fiscal general de Nueva York también ha abierto una investigación, mientras que reguladores de otras partes del mundo, como Australia y Filipinas, analizarán igualmente el caso.
Este incidente se suma a los escándalos protagonizados por Uber este año, que incluyen acusaciones de acoso sexual y una demanda por robo de secretos comerciales.