Por Paul Sandle y Guy Faulconbridge
LONDRES, 14 jul (Reuters) - El primer ministro británico Boris Johnson va a prohibir el martes el acceso de Huawei a la red 5G de Reino Unido, lo que enfurecerá a China pero hará las delicias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al señalar que el mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del mundo ya no es bienvenido en Occidente.
Estados Unidos ha presionado a Johnson para que dé marcha atrás a la decisión tomada el pasado enero de conceder a Huawei un papel limitado en el despliegue de la red 5G en el país, en un momento en que Londres se ha visto consternada por la represión china sobre Hong Kong y la percepción de que Pekín no dijo toda la verdad sobre el coronavirus.
Ahora, mientras Reino Unido se prepara para abandonar la Unión Europea, Johnson se arriesgará a caer bajo la ira de la segunda economía mundial ordenando la purga de los equipos de Huawei, que según Estados Unidos podrían emplearse para espiar a Occidente.
El Consejo de Seguridad Nacional británico (NSC, por sus siglas en inglés), presidido por Johnson, se reunirá el martes por la mañana para debatir sobre Huawei. El secretario de Medios, Oliver Dowden, anunciará entonces una decisión a la Cámara de los Comunes alrededor de las 1130 GMT.
La excusa inmediata para el cambio de postura británico es el impacto de las nuevas sanciones estadounidenses a la tecnología de chips, que Londres dice que afectará a la capacidad de Huawei para seguir siendo un proveedor fiable.
"Obviamente el contexto ha cambiado ligeramente con algunas de las sanciones que ha introducido EEUU", dijo el secretario de Medio Ambiente, George Eustice, a Sky News cuando se le preguntó sobre Huawei.
En lo que algunos han comparado con el antagonismo vivido durante la Guerra Fría con la Unión Soviética, a Estados Unidos le preocupa que el dominio del 5G sea un hito hacia una supremacía tecnológica china que podría definir la geopolítica del siglo XXI.
Los datos más rápidos y la mayor capacidad del 5G convertirán esta tecnología en la base industrial y motor del crecimiento económico. Siendo la potencia de inteligencia más poderosa de Occidente después de Estados Unidos, los pasos de Reino Unido sobre Huawei se seguirán de cerca por sus aliados.
Las empresas de telecomunicaciones ya han tenido que limitar el papel de Huawei en el 5G al 35% para 2023. Se está discutiendo ahora reducir este porcentaje a cero en otros dos o cuatro años, aunque los operadores dicen que ir demasiado rápido podría interrumpir los servicios y resultar costoso.
La caída en desgracia en Occidente de Huawei, fundada por un exingeniero del Ejército de Liberación Popular en 1987, marca el fin de lo que el exprimer ministro David Cameron calificó de "edad de oro" en los vínculos entre China y Reino Unido.
Cameron brindó entonces por las relaciones con el presidente Xi Jinping en un pub inglés, que luego fue comprado por una empresa china.
Trump, sin embargo, ha pedido repetidamente a Londres que bloquee a Huawei, a la que Washington considera un agente del Estado comunista chino, un argumento que tiene apoyo en el Partido Conservador de Johnson.
(Escrito por Paul Sandle y Guy Faulconbridge; traducido por Jose Elías Rodríguez)