Londres, 9 jun (.).- El Reino Unido ha pedido a la Unión Europea (UE) "pragmatismo" y "sentido común" para resolver los problemas relacionados con las reglas que afectan la frontera comercial en Irlanda del Norte tras el Brexit, señaló este miércoles el secretario de Estado británico del gabinete, David Frost.
En un comunicado divulgado hoy, Frost, a cargo de los asuntos sobre el Brexit, dijo que las amenazas de medidas legales por parte de Bruselas no ayudan a la población y los negocios norirlandeses afectados por el acuerdo de separación.
Frost hizo esta observación antes de que las dos partes celebren hoy en Londres negociaciones técnicas para abordar los controles en la frontera comercial en el mar de Irlanda.
En virtud del protocolo norirlandés, la frontera comercial ha quedado situada en el mar de Irlanda a fin de evitar que los controles se hagan en la frontera terrestre entre la provincia británica y la República de Irlanda, para evitar una frontera física entre esos territorios y no perjudicar el proceso de paz.
Con el acuerdo del Brexit de 2020, Irlanda del Norte ha quedado en el mercado único, por lo que las reglas aduaneras para las mercancías procedentes de Gran Bretaña (Inglaterra, Gales y Escocia) se hacen en los puertos norirlandeses, aunque se acordó que los controles se harían de forma gradual, por fases.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, pidió a ayer a Londres no tomar medidas unilaterales para retrasar esos controles de productos que entran en Irlanda del Norte de Gran Bretaña, como parte del protocolo contenido en el acuerdo del Brexit.