París, 10 sep (EFE).- El presidente del grupo francés Renault y del japonés Nissan, Carlos Ghosn, reconoció que el vehículo eléctrico va a desarrollarse a un ritmo menor del que calculaban y lo atribuyó al "despliegue más lento de lo previsto" de las instalaciones de recarga.
Ghons, en una entrevista publicada hoy por el diario económico francés "Les Echos", consideró que el potencial de los coches eléctricos -una apuesta estratégica tanto para Nissan como para Renault- "está intacto".
Pero reconoció que a la vista de la puesta en marcha de las infraestructuras para recargar las baterías "habrá que ser paciente" y señaló que se trata de "un plan a largo plazo".
El programa del automóvil eléctrico de la alianza Renault-Nissan se basaba en una proyección según la cual estos coches representarían una cuota de mercado del 10 % en 2020.
Por otro lado, Ghosn dijo que el grupo Renault tendrá globalmente el próximo año un crecimiento de sus ventas, gracias, sobre todo, al tirón en India, Brasil y Rusia.
"En Europa, nuestros lanzamientos de productos deberían igualmente permitirnos ganar cuota de mercado", precisó.
Según sus cálculos el mercado mundial del automóvil marcará un récord este año, con alrededor de 80,5 millones de matriculaciones de vehículos particulares y utilitarios, lo que supondría una progresión del 1,5 %, en lugar del 2-3 % que había estimado anteriormente.
Atribuyó esa diferencia "a la bajada del mercado europeo, pero también a un retroceso en India, Rusia y Brasil. Por el contrario, Estados Unidos y China han seguido creciendo".
Ghosn, que no ha sustituido a Carlos Tavares tras su salida como director general de Renault, no quiso avanzar si se presentará el año próximo a un nuevo mandato al frente de la marca del rombo.
"No tengo costumbre de responder a ese tipo de cuestiones antes de que sea oportuno", señaló. EFE