Mérida, 26 jun (.).- Renfe ha diseñado un protocolo de actuación ante la ola de calor que afecta a varias regiones, como Extremadura, donde ayer viajeros de algunos vagones del Alvia tuvieron que hacer el trayecto sin aire acondicionado, por lo que, entre otras cuestiones, dispondrá de asientos libres sin vender en determinados trenes y recorridos.
Además, adicionalmente ha reforzado las revisiones de los equipos de aire acondicionado en los trenes de Media Distancia de la serie 599 y de los trenes de Larga Distancia de la serie 730 (Alvia), que son los que operan en Extremadura.
Para ello, ha requerido a los fabricantes CAF (BME:CAF) y Talgo (BME:TLGO), respectivamente, un esfuerzo adicional de mantenimiento a través de las empresas mantenedoras de estos trenes. y ha dispuesto que vaya de personal de mantenimiento a bordo de los trenes, para que ejecuten labores de reparación en caso de avería del tren.
Según ha explicado la compañía en un comunicado, si hay un problema en el aire acondicionado de un coche, los viajeros puedan ser reubicados y cuando se produzcan temperaturas muy elevadas, la compañía incrementará las dotaciones de agua en los trenes, que estarán disponibles en casos de urgencia.
En este sentido, se han dado instrucciones a las tripulaciones de los trenes para que, siempre que sea posible y en orden de prioridad (niños, personas mayores) reubiquen a los viajeros al menor problema y les aporten las bebidas que puedan necesitar.
Además dispondrá de planes alternativos de transporte, siempre que sea posible, en aquellas zonas en las que la ola de calor se recrudezca estos días, especialmente este lunes y mañana martes, jornadas en las prevé que las temperaturas pueden alcanzar cifras récord este año en los valles del Tajo, del Guadiana y del Guadalquivir.
Recuerda que la flota de trenes de Renfe cuenta con más de 8.500 equipos de climatización, que cuales generan las condiciones de temperatura, humedad y limpieza del aire aptas para establecer un confort térmico junto con una buena salubridad y calidad del aire interior de los trenes.
Los equipos están preparados para soportar rangos de temperatura entre los -10 grados centígrados y los 40, por lo que cuando se superan dichos márgenes y para evitar averías, los equipos disponen de mecanismos de protección que inhiben el funcionamiento cuando la presión del gas supera los límites que están directamente vinculados a la temperatura del exterior.
Añade que en ocasiones, sobre todo en época estival cuando se producen olas de calor alcanzando temperaturas superiores a 40 grados, se pueden producir problemas puntuales en la climatización de los trenes, ya que los equipos no son capaces de enfriar la temperatura del gran volumen de aire que procede del exterior y que traspasa a la sala de viajeros de los trenes.
Las temperaturas excesivas provocan la actuación de los sistemas de protección integrados en los equipos, no siendo posible reiniciar el funcionamiento de éstos mientras que no se reduzca la presión del gas refrigerante, para lo cual es preciso esperar un tiempo para que se enfríen.
Afirma que los sistemas de climatización de los trenes de Renfe siguen los protocolos prescritos para su mantenimiento, además de llevar a cabo campañas especiales de cara al verano debido a la subida de las temperaturas, así como en otoño para comprobar el buen funcionamiento de los equipos de calefacción para hacer frente a las olas de frío y a las grandes oscilaciones de temperatura, que cada vez son más frecuentes a lo largo del año.