Barcelona, 29 feb (.).- La inmobiliaria cotizada Renta Corporación (BME:REN) registró en 2023 unas pérdidas netas de 15,9 millones, frente a los 3,6 millones de beneficio del ejercicio anterior, ello tras ingresar 42 millones, lo que representa una caída del 22 %, según ha comunicado este jueves a la CNMV, el supervisor bursátil.
El grupo explica estos resultados por el "freno" sufrido durante el año pasado por el sector inmobiliario, debido "en gran medida a la abrupta subida de tipos de interés", lo que ha hecho que la inversión inmobiliaria se situara "en mínimos de la última década, registrando una caída de más del 50 % respecto al pasado ejercicio".
También cita la aprobación de la Ley de Vivienda, que asegura que "ha provocado un clima de inseguridad jurídica en el mercado de inversión, desalentando a potenciales inversores".
En el negocio transaccional -compra y venta de activos-, Renta Corporación señala que ha logrado unos márgenes de 1,6 millones, frente a los 6,4 millones de 2022, lo que se debe a que ha "priorizado la gestión del balance y la solidez financiera del grupo con la venta de activos" debido al entorno financiero.
En cuanto al negocio patrimonial, el margen ha sido negativo en 4,8 millones. El grupo indica que ha puesto a la venta algunos de sus activos "con el objetivo de generar caja para amortizar deuda y apoyar el crecimiento de las nuevas líneas de negocio": ello le ha generado un impacto negativo de 8,9 millones en sus cuentas, por la valoración de lo que pretende vender.
En relación con el resultado neto, Renta Corporación ha ingresado 1,9 millones por el impuesto de sociedades por el "impacto fiscal de la variación de valor de las inversiones inmobiliarias y de los activos clasificados como mantenidos para la venta, previo a su traspaso".