MADRID (Reuters) - Repsol llevará a cabo en solitario la primera de las prospecciones de petróleo previstas en aguas de las Islas Canarias, dijo el miércoles una fuente con conocimiento de la situación, lo que implica que la petrolera española asumirá íntegramente una inversión de unos 140 millones de dólares.
"Existe esta opción en el contrato con los socios y ejecutarla facilitaría aspectos de calendario y técnicos, además de reportar ventajas financieras y logísticas", dijo la fuente, señalando que la petrolera española se quedaría con los eventuales beneficios derivados de este primer sondeo.
Una portavoz de Repsol dijo a Reuters que hay ninguna decisión tomada sobre este asunto, que fue adelantado el miércoles por el diario El País.
Repsol tiene un 50 por ciento y es el operador del consorcio que este verano recibió la autorización del Gobierno español para realizar tres prospecciones hidrocarburos a 50 kilómetros de las costas canarias.
La australiana Woodside tiene un 30 por ciento y RWE DEA, filial del gigante energético alemán RWE que está punto de pasar a manos de la rusa Letter One, tiene el 20 por ciento restante.
De acuerdo con la fuente, este primer sondeo que se realizará en el tercer trimestre y se llama "Sandía", no es tan prioritario para los socios de la española, que además cuenta con liquidez suficiente tras los fondos obtenidos por la expropiación de YPF y su salida de Argentina.
El consorcio tiene previsto invertir 350 millones de dólares en los dos primeros sondeos, para los que calcula una probabilidad de éxito geológico del 12-20 por ciento para el primer sondeo y del 14 por ciento para el segundo.
Si las prospecciones son positivas, la petrolera española destinará hasta 7.000 millones de dólares durante los cinco años previstos de desarrollo del proyecto, hasta 2019. Una posterior frase de producción, prevista para un periodo estimado de 20 años, necesitaría de otros 5.200 millones de dólares para la extracción del crudo.
Aunque los sondeos cuentan con el respaldo de un Gobierno preocupado por la alta dependencia energética de España del petróleo extranjero, han provocado una fuerte oposición política y social en Canarias.
Gobierno insular y asociaciones medioambientales temen que las prospecciones dañen a la principal fuente de ingresos de la región, el turismo.