MADRID, 25 mar (Reuters) - La petrolera Repsol (MC:REP) fue la última cotizada en reaccionar al implacable avance de la pandemia del coronavirus y su fuerte impacto en los precios del crudo, anunciando un fuerte tijeretazo en sus inversiones y gastos operativos este año para preservar el rating y mantener el dividendo.
El grupo dijo en un comunicado tras una reunión de su consejo de administración que recortará el capex en un 26% en 2020, alrededor de 1.000 millones de euros, y los costes operativos en unos 350 millones de euros.
Además, prevé una optimización de su capital circulante de 800 millones de euros y no ve necesidad de refinanciar sus deudas hasta al menos 2024.
Repsol también dijo que retirará para la próxima junta de accionistas la propuesta de amortizar un 5% del capital, aunque tiene previsto mantener la retribución prevista para 2020 pese al COVID-19.
(Información de Isla Binnie, escrito en español por Jose Elías Rodríguez)