Barcelona, 12 abr (.).- El director del gremio de restauración de Barcelona, Roger Pallarols, ha pedido a los gobiernos español y catalán medidas para que "no caigan más empresas", ya que, con las restricciones actuales, quedará una hostelería "gravemente dañada, con demasiadas pérdidas y números negativos".
Lo ha dicho este lunes en las jornadas "La gestión del futuro. Los nuevos caminos de la hostelería", organizadas por Damm y el grupo GSR sobre los retos que afronta el sector ante la crisis del coronavirus.
Pallarols ha lamentado en la presentación el cierre de restaurantes por la pandemia, que, en gran parte, es fruto según él de las "decisiones muy severas" impuestas por los gobernantes.
A esta crítica se han sumado tres empresarios del sector de la restauración: el chef y fundador del grupo Sagardi, Iñaki López; el director general del grupo Varela, José Manuel Varela, y el director ejecutivo del grupo Flash Flash, Javier Hoyos, quien han asegurado que las ayudas a la restauración son "un desastre total".
En una mesa redonda sobre cómo abrir nuevos negocios en los tiempos actuales, López ha destacado la gestión de la pandemia en Madrid frente a la de Barcelona: la primera con "una política de mantenimiento de la actividad económica" y la segunda con un "alto volumen de restricciones, que generan un pánico de hábito social".
Varela ha subrayado la incertidumbre del sector por los cambios en las restricciones y ha pedido a los políticos "un poco más de sentido común".
Según los restauradores, con la pandemia han notado un aumento de la fidelización de los clientes, que valoran "mucho más la atención en los restaurantes y la toma de medidas", así como "que no hayas convertido tus conceptos en take away".
De los tres, Hoyos es el único que ha apostado por repartir sus productos a domicilio, aunque ha asegurado que "no es lo mismo", una opinión que han compartido Varela y López, que han explicado que la experiencia en un restaurante "no se puede sustituir" por el 'take away'.
Todos ellos se han mostrado optimistas de cara al futuro, aunque han asegurado que muchas empresas "se deberán reorganizar financieramente" y muchas otras tendrán que cerrar.