París, 12 dic (EFE).- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, criticó hoy en París las políticas que se limitan a los ajustes para hacer frente a la crisis porque no son eficaces en términos económico y sólo provocan "más recesión, más paro".
"La austeridad por sí sola provoca más recesión, más paro", porque "hacer ajustes presupuestarios no es eficaz si no se hace en un marco de crecimiento", señaló Rousseff en un largo discurso en la sede de la patronal francesa Medef.
Insistió en que los recortes causan "una desestructuración social y productiva" que "es dañina para la economía", y en que restablecer la actividad necesita proyectos a largo plazo.
La jefa del Estado, en su segunda jornada de visita oficial a Francia, constató que a causa de los problemas en la zona euro y de la amenaza del "precipicio fiscal" en Estados Unidos, "la crisis se ha hecho crónica" y eso tiene impacto también en países emergentes como el suyo.
En concreto, según indicó en la misma reunión su ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel. Brasil crecerá "en torno al 1 %, por debajo de lo que habíamos previsto", aunque desde el primer trimestre de 2013 se espera que el ritmo de progresión pase a situarse en el 4 %.
Rousseff defendió sus programas de estímulo de la actividad y de distribución de la riqueza, porque han permitido en los últimos 10 años crear 17 millones de empleos y sacar de la pobreza a 40 millones de personas que han pasado a engrosar una clase media que ahora es de 105 millones, el 55 % de la población del país.
"Nuestros resultados han sido importantes para la constitución de un mercado de masas en Brasil" gracias a un crecimiento económico con distribución de la riqueza y con unas finanzas públicas saneadas, precisó, señalando en particular que la deuda representa el 35 % del Producto Interior Bruto.
Rousseff invitó a los empresarios franceses a invertir en su país, especialmente en las infraestructuras, y pidió unos intercambios comerciales entre los dos países "más equilibrados" porque Brasil no quiere limitarse a ser un exportador de materias primas, sino "ser también una potencia en los productos manufacturados". EFE