Miriam Burgués
Washington, 16 ene (EFE).- Con desafíos urgentes como el control de las armas y elevar el tope de la deuda para evitar una nueva recesión, el presidente de EE.UU., Barack Obama, tiene cuatro años más por delante con varias promesas incumplidas pendientes y el reto de dejar un legado positivo y sustancial.
Sus dos victorias electorales (2008 y 2012) con más del 50 por ciento del voto popular lo igualan a presidentes como Franklin D. Roosevelt y Ronald Reagan, pero Obama todavía no ha entrado en el reducido círculo de "figuras transformadoras", según Howard Fineman, director editorial del grupo Huffington Post.
Obama ya tiene un lugar en los libros de historia como el primer presidente negro de Estados Unidos, pero ahora debe usar su popularidad para que al término de su segundo mandato en 2016 su legado sea "tangible" y "transcendental", opina Ed Rogers, columnista del diario The Washington Post.
No lo tiene fácil y entre sus retos más urgentes tras la masacre perpetrada el 14 de diciembre en una escuela de Newtown, que conmocionó al país, está el de lograr un mayor control a la tenencia y venta de armas, una tarea "con un gran riesgo político" tanto para él como para su partido, el Demócrata.
Así lo cree Steffen Schmidt, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Estatal de Iowa, quien indicó a Efe que Obama va a encontrar mucha resistencia entre republicanos y autoridades estatales y locales a la aplicación de medidas sobre el control de armas.
El presidente aprobó hoy mismo 23 órdenes ejecutivas para endurecer el control de armas, entre ellas la prohibición de comercializar armas de asalto, la exigencia de comprobación de antecedentes criminales para todas las ventas y aumentar la cobertura médica en salud mental.
La otra batalla inmediata es la negociación con los republicanos en el Congreso para que autoricen elevar el tope de la deuda nacional, un asunto que Obama considera no negociable para evitar el caos en los mercados financieros o una nueva recesión en 2013.
Durante la última rueda de prensa de su primer mandato, convocada el lunes por sorpresa, el presidente dejó claro que no permitirá que los republicanos supediten el diálogo para elevar el techo de la deuda, hoy en 16,4 billones de dólares, a recortes al gasto público.
Más allá del tema de la deuda, el lento crecimiento de la economía y el alto desempleo (7,8 %) siguen siendo "un problema" para Estados Unidos y para Obama, comentó a Efe Carolyn Dudek, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Hofstra de Nueva York.
Si la reforma sanitaria que establece la obligatoriedad del seguro médico fue el principal logro de su primer mandato, en el segundo que comienza oficialmente este domingo, 20 de enero, Obama debe implementarla con éxito desde su administración dado que muchos gobernadores estatales se han negado a hacerlo, recuerda Schmidt.
Además, tras haber puesto fin a la guerra de Irak, Obama necesita ahora "estrategias diplomáticas y militares muy hábiles", en palabras de Schmidt, para culminar la retirada de Afganistán en 2014 sin permitir que ese país "se derrumbe y caiga de nuevo en manos de los talibanes y Al Qaeda".
Schmidt y Dudek coinciden en que la reforma migratoria fue la principal promesa incumplida del primer mandato de Obama y se ha convertido en uno de los mayores desafíos para los cuatro años que le quedan en la Casa Blanca.
En noviembre pasado, tras ganar la reelección, Obama se mostró confiado en comenzar el proceso legislativo para una reforma migratoria "integral" inmediatamente después de su segunda investidura presidencial.
Destacados congresistas, entre ellos el demócrata Chuck Schumer y el republicano John McCain, trabajan ya entre bambalinas para elaborar una propuesta legislativa para reformar el sistema de inmigración.
El cierre de la cárcel de Guantánamo (Cuba) es otra de las promesas pendientes de Obama, quien durante los últimos meses no se ha pronunciado públicamente sobre el asunto.
Mientras, existen muchas quejas acerca de que su Gobierno no ha sido tan "transparente" como prometió en 2008 y un ejemplo es, según Dudek, el programa de aviones no tripulados (drones) para operaciones antiterroristas secretas.
También ha suscitado críticas la configuración de su nuevo equipo de ministros, donde predominan por ahora los hombres blancos y se echan en falta mujeres e hispanos, dos de los grupos que le dieron la reelección y otra oportunidad para hacer historia. EFE