París, 27 nov (EFE).- Chile y México van a escapar en líneas generales a las malas perspectivas de la OCDE para sus miembros durante los dos próximos años, aunque no quedarán totalmente inmunes, al igual que la potencia emergente de Latinoamérica Brasil.
En su informe semestral de Perspectivas publicado hoy, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) constató el debilitamiento de la actividad y revisó a la baja las perspectivas para sus miembros, en particular los de la zona euro, pero también Estados Unidos y Japón.
Los casos de Chile y México salen de la regla general, porque en ambos casos la organización corrigió al alza sus expectativas para este año, como resultado del tirón de la demanda interna, al tiempo que disminuyó las de 2013 por el efecto inducido de la contracción de las exportaciones a los países más ricos.
De acuerdo con ese escenario, Chile repetirá en 2012 por segundo año consecutivo como el Estado de la OCDE con mayor progresión de su Producto Interior Bruto (PIB) con un alza del 5,2 %, comparado con una pobre media del 1,4 %. Eso son ocho décimas más de lo que se había augurado en el anterior informe de mayo.
La economía chilena de nuevo tendrá en 2013 (4,6 %) y en 2014 (5,4 %) las subidas más pronunciadas de los 34 miembros del "Club del mundo desarrollado", con una ralentización relativa el año próximo en razón del recorte de las exportaciones hacia el Viejo Continente.
Entre las razones del buen comportamiento de este país del cono sur, los autores del estudio señalaron la fortaleza de la demanda interna, fruto de la subida de los salarios en términos reales y de la fuerte cadencia en la creación de empleos, con una tasa de paro que se ha reducido del 7,1 % de media en 2011 al 6,5 % en 2012.
En el caso de México, el PIB registrará un aumento del 3,8 % este ejercicio -el tercero más importante en la OCDE tras el de Chile y el de Turquía- gracias a la mejora de competitividad del sector manufacturero que le ha permitido recuperar cuota de mercado en el exterior.
Como el gran vecino del norte, Estados Unidos, sufre una ralentización en este final de año que va a agudizarse, el crecimiento mexicano se resentirá en 2013, y quedará limitado a un 3,3 %, antes de volver a subir al 3,6 % en 2014 al calor del repunte de la economía global.
El secretario general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, pidió al nuevo presidente de su país, Enrique Peña Nieto, que asume sus funciones el próximo sábado, que adopte reformas estructurales para que esas buenas perspectivas se traduzcan en una aceleración en la creación de empleo con vistas.
Gurría indicó a la prensa que dadas sus circunstancias, México necesita un ritmo de progresión elevado del Producto Interior Bruto (PIB) para generar entre un millón y millón y medio de puestos de trabajo anuales, en alusión a una estructura de su población joven, con muchas nuevas incorporaciones al mercado laboral.
En el capítulo de su informe dedicado a las grandes economías emergentes, la OCDE señaló que Brasil va a pasar de un crecimiento de su PIB desde el 1,5 % anticipado para 2012 al 4 % en 2013 y al 4,1 % en 2014.
Un aumento que se vincula con los efectos de los estímulos fiscales y monetarios decididos por su Gobierno, con la depreciación del real, con el crecimiento de la economía global, y también con los beneficios que Brasil obtendrá durante los próximos dos años por la organización de grandes acontecimientos deportivos, como los Juegos Olímpicos o el Mundial de Fútbol.
Por si fuera poco, la organización estima que Brasil es la potencia emergente que menos se está viendo penalizada por la evolución negativa de las exportaciones hacia la zona euro en plena recesión.
En el primer semestre la disminución de sus ventas a los países de la eurozona tuvo un efecto de reducción del PIB brasileño de dos décimas, frente a las tres que amputó a Indonesia, cinco a China e India, siete a Rusia y ocho a Sudáfrica. EFE