Washington, 20 dic (EFE).- La Cámara de Representantes de EEUU, bajo control republicano, prevé someter a voto hoy el polémico plan republicano para evitar el llamado "precipicio fiscal" en 2013, en un intento de presionar al presidente, Barack Obama, para que rebaje sus exigencias de mayores impuestos a los ricos.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dijo el miércoles que su partido someterá a voto el llamado "Plan B", que prorrogaría los recortes de impuestos para quienes ganan hasta un millón de dólares anuales.
Según Boehner, la medida republicana hace "permanente el alivio tributario para casi todos los estadounidenses, para el 99,8 % del pueblo estadounidense".
Con el voto en la Cámara Baja, Obama "tendrá que tomar una decisión: puede instar a los demócratas (que controlan) en el Senado a aprobar ese proyecto de ley, o puede hacerse responsable del incremento de impuestos más grande en la historia" de EEUU, afirmó Boehner.
La Casa Blanca ha dejado claro que Obama vetará el "Plan B" si éste es aprobado en ambas cámaras del Congreso.
La idea de Boehner es que el "Plan B" sirva de comodín para que el Congreso apruebe algún tipo de alivio tributario antes de fin de año, mientras continúan las negociaciones en 2013 para un pacto fiscal de largo alcance, que además incluya mayores recortes al gasto público y un previsible aumento del techo de endeudamiento nacional.
Boehner renovó sus críticas a la nueva oferta que presentó este lunes la Casa Blanca porque, a su juicio, no representa la "respuesta equilibrada" para reducir el déficit que el presidente Barack Obama prometió al pueblo estadounidense.
Los recortes tributarios que han provocado la discordia entre el Congreso y la Casa Blanca fueron instituidos en 2001 y 2003 durante la presidencia de George W. Bush y vencen el próximo 31 de diciembre.
El "abismo fiscal" se refiere a la combinación de la subida generalizada de impuestos y de masivos recortes al gasto público a partir del próximo 1 de enero si no se logra un pacto para reducir el déficit y prorrogar las rebajas tributarias.
Las familias de clase media afrontarían un aumento promedio de impuestos de 2.200 dólares anuales el próximo año.
La mayoría de los analistas advierte que, sin un pacto final, EEUU afronta la amenaza de una nueva recesión en 2013. Tanto el Congreso como la Casa Blanca intentan acercar posiciones sobre el futuro de los recortes tributarios.
Aún si la Cámara Baja aprueba el "Plan B", éste se enfrenta a la oposición de los demócratas que controlan el Senado, que ya había dado el visto bueno a una medida que prorroga los recortes tributarios pero solo para quienes ganan hasta 250.000 dólares.
Se desconoce si la Cámara Baja podría someter a debate y votación hoy mismo la versión del Senado.
El "Plan B" afronta también la oposición de numerosos grupos progresistas, entre ellos el Centro para el Progreso Estadounidense (CAP, en inglés).
Según el CAP, la presunta intransigencia de Boehner de negociar un acuerdo fiscal "perjudicaría gravemente la economía, aumentaría los impuestos a millones de familias de bajos y medianos ingresos, y lograría casi nada para responder a nuestros retos presupuestarios a largo plazo".
Preguntado por los periodistas sobre los escenarios posibles, el senador demócrata de Nueva York, Charles Schumer, afirmó: o el voto de hoy fracasa y Boehner regresa a las negociaciones con Obama desde un punto más débil, o el "Plan B" se aprueba por estrecho margen y demuestra que los republicanos se hacen a la idea de que los ricos tienen que pagar más impuestos. EFE