Madrid, 11 jun (EFE).- El presidente de Sacyr (MADRID:SCYR), Manuel Manrique, ha asegurado hoy que la compañía podría plantear en el futuro al consejo de administración el pago de un dividendo en efectivo tras la venta de su filial Testa (MADRID:TST), una operación que permite al grupo reducir su deuda en cerca de 1.700 millones.
Durante su intervención en la junta de accionistas, Manrique ha señalado que este pago se llevará a cabo en el momento en el que se vea que es "necesario, responsable y oportuno".
En este sentido, ha asegurado que la venta de Testa produce una "metamorfosis" en Sacyr y marca un "antes y un después" que facilitará a la compañía un acertado desarrollo en el futuro.
En la medianoche del pasado día 8 Sacyr anunció que había llegado a un acuerdo para vender Testa, su filial patrimonialista, de la que controla el 99,6 % del capital, a la socimi Merlin Properties (MADRID:MRL) por 1.793 millones de euros.
Como parte de esta operación, Sacyr se desprendió de un 25 % de Testa e ingresó 238 millones, espera obtener entre 759 y 800 a finales de julio y el resto entre septiembre de este año y julio de 2016.
A finales de febrero, Manrique anunció que la compañía prevé un incremento de dos dígitos para 2015 en el beneficio después de impuestos, en la cifra de facturación y especialmente en el resultado bruto de explotación (ebitda), en el que espera un alza del entorno del 20 %.
El beneficio después de impuestos podría llegar incluso a multiplicarse durante este año, en el que se espera que el ebitda se incrementar más que la cifra de negocios.
Tras volver a beneficios, Manrique aseguró que el grupo enfilaba la senda para una posible recuperación del dividendo, aunque en dicho momento no había ninguna decisión adoptada.
A finales de mayo, Sacyr concluyó el proceso para refinanciar hasta el 31 de enero de 2018 los 2.264 millones de euros asociados a su 9 % en Repsol (MADRID:REP). A este respecto, Manrique ha asegurado hoy que la evolución de la deuda de la compañía es la adecuada.
Además, ha avanzado que este año llegarán dos nuevos fallos de la Junta de Resolución de Disputas (DAB) por el Canal de Panamá, unas decisiones que determinarán que la obra se cierre con beneficio o pérdida.
Si las decisiones del DAB dan la razón a las reclamaciones de Sacyr, el grupo no sólo no contabilizará pérdidas sino que recuperará incluso provisiones.