Trujillo (Cáceres), 28 oct (.).- La cumbre hispano-portuguesa que se celebra este jueves en Trujillo (Cáceres) ha propiciado el encuentro conjunto, sin presencia de medios, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sus vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz en medio de la polémica a cuenta de la reforma laboral.
Sánchez se ha desplazado con nueve miembros de su Ejecutivo a Trujillo para presidir junto al primer ministro portugués, António Costa, la 32 cumbre bilateral.
De la delegación española forman parte la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, principales protagonistas de la polémica abierta en el Gobierno de coalición en torno a la negociación de la reforma laboral.
Lo habitual en este tipo de cumbres es que haya un primer saludo de los dos jefes de Gobierno mientras cerca de ellos se sitúan sus ministros respectivos y a los que, tras la interpretación de los himnos respectivos, pasan también a saludar uno por uno.
Pero en esta ocasión se ha cambiado el protocolo y el encuentro de los dos jefes de Gobierno, así como los honores oficiales, ha sido en el castillo de Trujillo sin sus ministros, que les esperaban en el Palacio de los Duques de San Carlos, en el centro de la localidad.
Hasta allí y tras hacer un breve recorrido por el castillo, se han desplazado después Sánchez y Costa para saludarles, una imagen sin cobertura abierta a los medios y con imágenes oficiales de Moncloa.
Eso ha impedido que los periodistas pudieran observar en directo la imagen de Calviño y Díaz, por protocolo juntas una al lado de la otra, mientras aguardaban la llegada de los dos jefes de Gobierno.
Una imagen esperada un día después de que los socios de la coalición comunicaran que habían llegado a un acuerdo sobre la metodología de trabajo para la reforma laboral.
Sánchez, Calviño y Díaz ya habían coincidido el martes en la reunión del Consejo de Ministros, pero la cumbre de Trujillo ha sido la primera ocasión de su presencia conjunta en un acto público.