Ginebra, 16 dic (EFE).- La empresa suiza Schindler ha sido la encargada de suministrar los ascensores y escaleras mecánicas de la primera línea de ferrocarril subterránea que conecta Asía y Europa, situada bajo el estrecho del Bósforo.
La multinacional suiza ha contribuido al llamado Proyecto Marmaray en Estambul con la instalación de 10 ascensores y 63 escaleras mecánicas, entre las que se encuentran las cuatro escaleras de estas características más largas de Europa, con más de 65 metros de longitud cada una, informaron desde la compañía en un comunicado.
"El Proyecto Marmaray muestra el fuerte crecimiento que estamos experimentando actualmente en este país", señaló el director de Schindler en Turquía, Gaetano Conca.
Esta nueva línea de metro, que en algunos tramos llega hasta los 56 metros de profundidad, cuenta con capacidad para 75.000 pasajeros a la hora, que podrán ahorrar hasta 80 minutos de tiempo al recorrer los 76,3 kilómetros de longitud del trayecto.
La idea de un túnel ferroviario bajo el Bósforo se planteó por primera vez en 1860, durante el imperio otomano, pero no se ha podido realizar hasta 150 años más tarde, a tiempo para coincidir con el 90 aniversario de la república turca.
El Grupo Schindler, fundado en Suiza en 1874, cuenta con 47.000 empleados en más de 100 países y es uno de los principales fabricantes mundiales de ascensores, escaleras mecánicas y servicios relacionados con el transporte vertical. EFE