Los recientes cambios políticos se han convertido en el principal foco de atención en Europa, con el partido conservador Agrupación Nacional logrando el mayor número de votos, un tercio del total, en la fase inicial de las elecciones parlamentarias francesas del domingo. En consecuencia, se ha hecho menos hincapié en los nuevos datos económicos clave del continente.
Tras una serie de resultados inesperadamente buenos, los informes económicos de la zona euro han sido decepcionantes en las dos últimas semanas de junio. Así, el índice Citi de sorpresa económica de la eurozona ha caído por debajo de cero por primera vez desde finales de enero, lo que suscita la pregunta: ¿ha dejado de producirse la reactivación económica en Europa?
Según Gavekal Research, la reactivación económica en Europa "no tiene muchas probabilidades de detenerse", aunque sugiere que, a pesar de un reciente nivel de estabilidad, la demanda de bienes y servicios sigue sin ser fuerte.
Las encuestas de la Comisión Europea indican que la proporción de empresas de la eurozona que señalan la insuficiencia de la demanda como un obstáculo para sus operaciones aumentó hasta el 34,2% en el segundo trimestre de 2024, un aumento desde el 33% del último trimestre de 2023, y superior a la media durante un largo periodo del 31,7%.
"Si este porcentaje no disminuye, la reactivación económica tendrá dificultades para afianzarse", afirman los analistas de Gavekal Research.
Los analistas observan que hay indicios alentadores de un refuerzo de la demanda interna a finales de año y más adelante. En el primer trimestre de 2024, el salario medio antes de ajustes por inflación aumentó un 4,8% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Con una inflación del Índice Armonizado de Precios de Consumo del 2,4%, esto supuso un aumento significativo de 2,4 puntos porcentuales en los salarios ajustados a la inflación. Tras tres períodos consecutivos de tres meses de aumento de los salarios ajustados a la inflación, los consumidores de la zona del euro han recuperado ya la mitad de la disminución del poder adquisitivo a la que se enfrentaron durante el período de alta inflación de 2022 a 2023.
"Un mercado laboral fuerte significa que la influencia de la alta inflación anterior en las negociaciones salariales debería mantener los aumentos del salario medio antes de los ajustes por inflación muy por encima de la tasa de inflación del 2% al 3%, incluso si la tasa de aumento salarial ahora se ralentiza", explicaron los analistas. "Esta situación debería apoyar un aumento del gasto de los consumidores".
El informe también destaca que el elemento clave que aún falta para la recuperación económica es una clara mejora del ciclo de préstamos bancarios. Los datos financieros publicados el 27 de junio mostraron una tendencia positiva en los préstamos bancarios.
En mayo, la media semestral de nuevos préstamos de los bancos a los hogares se situaba en 2.500 millones de euros, mientras que los préstamos a empresas no pertenecientes al sector financiero se situaban en 2.200 millones de euros. El ciclo de reducción de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo podría fomentar aún más esta tendencia positiva, al abaratar los préstamos de los bancos.
Aunque se espera que el Banco Central Europeo proceda con cautela en cuanto a la relajación monetaria, cualquier aumento de los préstamos bancarios será lento, subrayaron los analistas. Aunque la tendencia es al alza, no se prevé que el volumen de préstamos bancarios alcance los altos niveles de 2021-22 en un futuro próximo. La disposición de los bancos a conceder préstamos tendrá un impacto significativo en la demanda interna, dada la dependencia de la eurozona de los préstamos bancarios en comparación con los mercados de capitales.
A pesar de la ausencia de una rápida expansión del crédito, unos tipos de interés más bajos deberían estimular la demanda interna de dos maneras.
En primer lugar, reduciendo el coste del servicio de la deuda para el sector privado, especialmente en el sur de Europa, donde los prestatarios se ven más afectados por las variaciones de los tipos debido a su mayor utilización de préstamos con tipos de interés variables. En segundo lugar, los tipos de interés más bajos disminuyen las ganancias de las cuentas de ahorro, reduciendo el beneficio perdido por gastar dinero en lugar de ahorrarlo, lo que debería contribuir a reducir el ritmo de ahorro de los hogares.
De cara al futuro, un posible problema es la política de gasto público, según el informe de Gavekal.
La Unión Europea, tras haber puesto en pausa sus normas de gasto público de 2020 a 2023, las reintroducirá este año. El 19 de junio, la Comisión Europea advirtió de que podría iniciar "procedimientos por déficit excesivo" contra Francia, Italia, Bélgica, Malta y Eslovaquia, que en conjunto representan el 39% de la producción económica de la eurozona.
Aunque puede exigirse a estos países que refuercen sus finanzas públicas, el nuevo conjunto de normas para el gasto público es menos estricto que antes y aún no se ha puesto a prueba en su forma más laxa. La aplicación de estas normas dependerá de la nueva Comisión Europea, que iniciará su mandato en noviembre.
"En resumen, no se espera un fuerte repunte de la demanda interna en la eurozona. Sin embargo, las condiciones son favorables para una mejora constante de aquí a finales de año", concluyen los analistas.
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