Madrid, 15 abr (.).- Las cadenas de "comida rápida" en España cerraron 2020 con una caída del 25 % de sus ventas y su facturación se situó en el entorno de 3.050 millones de euros, un descenso suavizado gracias al auge del envío a domicilio.
Así lo señala un informe publicado este jueves por el Observatorio DBK, de la consultora Informa, cuyos autores apuntan a que, precisamente por el "delivery", esta bajada fue sensiblemente inferior a la registrada de media por el conjunto del sector de la restauración como consecuencia de la pandemia.
De hecho, las ventas "en mostrador" se contrajeron un 37 %, hasta 2.125 millones de euros, muy penalizadas por el confinamiento y las restricciones a los aforos para frenar los contagios.
Por el contrario, los ingresos generados por los pedidos a domicilio se dispararon casi un 30 % respecto a 2019 y alcanzaron 925 millones de euros.
De esta forma, el "boom" de los pedidos para llevar y el desplome del consumo en el interior de los locales han hecho que el peso del "delivery" en la facturación total del sector aumentara el pasado año hasta el 30 %.
Por segmentos, las pizzerías lograron mejores datos que el resto de categorías, gracias a su mayor experiencia en el envío a domicilio, y la caída de su cifra de negocios fue del 13 %, hasta 645 millones de euros.
En contraste, las ventas de las bocadillerías se desplomaban un 33 %, hasta 395 millones; en las hamburgueserías lo hacían un 28 %, hasta 1.635 millones; y el resto de cadenas bajaron un 24 % en ingresos, hasta 375 millones.
El estudio -que sólo recoge los datos de los establecimientos que no tienen servicio de mesa- detalla que operaban en el sector 5.360 locales, ligeramente por debajo de los 5.455 de un año antes.
Según sus cifras, las cinco primeras cadenas concentran el 73 % del mercado de comida rápida en España.