Buenos Aires, 28 abr (EFE).- El sector editorial de Argentina reclamó este jueves, en el marco de la apertura de la Feria del Libro de Buenos Aires, apoyo del Gobierno para incrementar la producción y la exportación de publicaciones.
"Con costes correctos, con un mercado interno que sostenga la producción, con autores argentinos cada vez más conocidos en el exterior y con derechos que permitan exportar, sin dudas las exportaciones argentinas van a aumentar mucho", dijo Ariel Granica, presidente de la Fundación El Libro, en el acto inaugural de la Feria del Libro.
Desde la fundación, integrada por editoriales, imprentas, librerías y escritores, cuestionaron las trabas para hacer pagos al exterior, las restricciones a las importaciones de libros e insumos paa la industria gráfica, y los costes crecientes que afronta el sector, entre otros problemas.
"La clave para resolver el tema de las importaciones es hacer la transformación que genere alto nivel de producción local y el crecimiento de las exportaciones que mejore la cuenta corriente. Estos cambios llevan tiempo. Mientras tanto, es necesario garantizar la bibliodiversidad y la circulación de ideas. Esta solución es mucho más profunda que trabar las importaciones con medidas superficiales", dijo Granica.
Según datos oficiales, las actividades de edición e impresión en Argentina cayeron el 5,6 % en 2020 y sólo se recuperaron un 4,4 % en 2021, muy por debajo del crecimiento del 15,8 % promedio de toda la industria del país el año pasado.
"Nuestras exportaciones bajaron dramáticamente y España es el gran proveedor de libros de la lengua española. Las editoriales argentinas terminamos tirando alrededor de la llamada balanza comercial, cuando lo que tenemos que hacer es salir a conquistar los 500 millones de lectores de nuestra lengua", sostuvo Granica.
A su juicio, el problema no es que Argentina importa muchos libros sino que exporta pocos, y marcó como objetivo central el imprimir "muchos y mejores libros".
APOYOS
Un 95 % de los libros impresos en Argentina es de obras en español con gran mayoría de autores argentinos y sólo un 5 % corresponde a a traducciones.
Según Granica, para mejorar el perfil exportador de la oferta editorial argentina hay dos medidas a implementar y para ambas se necesitan "apoyos".
Por una parte, apuntó, hay que "internacionalizar" a los autores argentinos porque son una "promesa de exportaciones sostenidas", pero advirtió que "esto requiere altos presupuestos que las editoriales no tienen".
"Por otra parte, hay que dar apoyos a las traducciones locales con el fin de que las editoriales argentinas aumenten las contratación de derechos de autores extranjeros para toda la lengua española", señaló.
Indicó que la sustitución de importaciones de libros "comienza con un contrato de derechos que autorice a exportar", pero "para que esto funciones es imprescindible que se agilicen los trámites de transferencia al exterior de anticipos de derechos y liquidaciones de venta".
"Por dificultar e, incluso, impedir estos trámites, el sector demanda muchas más divisas al Banco Central para el pago de esos mismos títulos importados en ejemplares físicos", advirtió.
"No podemos crecer en las exportaciones sin tener en cuenta que la maduración de nuestros negocios no se ajusta a los plazos de liquidación de divisas que establece el Banco Central y se debe alcanzar ya la libre circulación de libros entre los países del Mercosir y sus asociados", añadió.
El ministro de Cultura argentino, Tristán Bauer, también presente en la inauguración de la feria, destacó que el Gobierno de Alberto Fernández lleva destinados 3.900 millones de pesos (32,5 millones de dólares) en ayudas al sector editorial, "lo que expresa la decisión de seguir fomentando el desarrollo" de esta industria.