Bruselas, 9 ene (EFE).- Argentina, Brasil, México, Chile, Cuba y Uruguay informaron hoy de que han pedido a la Unión Europea (UE) que mantenga la definición de polen como componente y no ingrediente de la miel en la nueva directiva que prepara sobre ese producto, a fin de salvaguardar su producción y comercio desde esos países.
Las embajadas de esos seis países latinoamericanos en Bruselas han instado en concreto a los eurodiputados, que la semana próxima tienen previsto el voto sobre la nueva directiva en la sesión plenaria que celebrarán la próxima semana en Estrasburgo (Francia), a mantener el texto en línea con la propuesta inicial de la Comisión Europea (CE).
La CE propuso en 2012 que al polen no se le aplique la legislación comunitaria sobre el etiquetado de los alimentos, al no ser un ingrediente, sino un componente natural de la miel.
Con ello pretendía "aclarar la verdadera naturaleza del polen" después de que el Tribunal de Justicia de la UE concluyese en una sentencia previa que es un "ingrediente" debido a que se encuentra en la miel principalmente por la intervención del apicultor, y que la miel que contenga trazas de un transgénico necesita un permiso para su comercialización.
Bruselas precisó que su propuesta no influiría en las normas sobre el etiquetado de transgénicos en los alimentos, que establecen que la presencia de material que contiene, se compone o se ha producido a partir de OGM autorizados en los alimentos se etiquetará, a menos que no supere el 0,9 % de cada ingrediente.
En opinión de estos seis países, es necesario que los diputados voten en contra de dos enmiendas introducidas por la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, de forma que se mantenga al polen como un elemento esencial de la miel.
De ese modo, creen que se podrá garantizar el "desarrollo adecuado de la producción de miel en la UE y en nuestros países, respetar los estándares del Codex Alimentarius, y mantener los flujos tradicionales de comercio", según un comunicado.
Según estos países latinoamericanos, si el polen no es considerado un constituyente de la miel en la votación de la semana próxima los apicultores de la UE y los suministradores de terceros países "serán obligados a incrementar innecesariamente sus costes de producción de manera considerable".
Además, desde su punto de vista, esa circunstancia "echará del negocio a miles de empresas familiares y pymes en Europa y América Latina".
Los países latinoamericanos destacaron igualmente que sus exportaciones han caído fuertemente debido a la "incertidumbre" creada por la mencionada sentencia del tribunal europeo.
En concreto, las exportaciones uruguayas cayeron de 7.000 toneladas en 2010 a 900 en 2012 y, las argentinas, de 33.000 a 22.000 en el mismo periodo.
Las embajadas también aportaron un informe de la Federación Internacional Latinoamericana de Apicultura (FILAPI), en el que la organización asegura que la pretensión de identificar las trazas de polen como si fueran un ingrediente "es física y químicamente absurdo, es arbitrario desde un punto de vista legal y es una clara amenaza comercial para los países extracomunitarios".
Según cifras de la Comisión Europea, la UE produce el 13 % de la producción global de miel (200.000 toneladas anuales).
España es el mayor productor europeo (33.000 toneladas), seguido de Italia, Hungría y Rumanía (cada una de ellos con 22.000 toneladas) y Portugal (21.000 toneladas).
Las importaciones de ese producto ascienden a 140.000 toneladas y representan el 40 % del consumo total. EFE