Seúl, 23 may (EFE).- La Bolsa de Seúl cerró hoy prácticamente en plano por la retención de ganancias tras la subida de ayer y por el golpe de Estado en Tailandia, factores que afectaron de forma negativa a la confianza de los inversores foráneos.
El indicador Kospi del mercado surcoreano cerró hoy con una subida de 1,58 puntos, un 0,07 por ciento, y se situó en 2.017,17 unidades, mientras que el índice de valores tecnológicos Kosdaq ganó 2,95 puntos, un 0,54 por ciento, y quedó en 549,70 unidades.
La actividad se vio marcada por la retirada del mercado de los inversores institucionales, que en general prefirieron retirase del mercado después de que el Kospi superara ayer la barrera de los 2.000 puntos por primera vez en cinco meses, según señaló el analista Kang Hyun-gie, de Investment & Securities.
Otros expertos señalaron la influencia negativa que ejerció sobre la confianza de los inversores la situación en Tailandia, donde el Ejército llevó a cabo ayer el primer golpe de Estado en el país desde 2006 y tomó el control de las instituciones tras meses de inestabilidad.
El gigante tecnológico Samsung Electronics, valor de referencia del mercado de Seúl, cerró con un aumento del 0,14 por ciento, mientras que LG Electronics subió un 1,17 por ciento y SK hynix perdió un 0,12 por ciento.
El primer fabricante surcoreano de automóviles, Hyundai Motor, cerró sin cambios, y su afiliada Kia Motors avanzó un 0,5 por ciento.
Los fabricantes de armamento registraron pérdidas a pesar de las nuevas tensiones en el Mar Amarillo (Mar del Oeste), donde Corea del Norte disparó ayer artillería que cayó cerca de una patrullera del ejército surcoreano junto a la frontera marítima de los dos países.
La moneda local bajó 0,4 unidades frente al dólar, que se intercambiaba en 1.024,6 wones al cierre de la sesión.