Por Karolin Schaps y Ron Bousso
LONDRES (Reuters) - Royal Dutch Shell (LON:RDSb) anunció el jueves un salto del 47 por ciento en su beneficio neto trimestral gracias a la fortaleza de su negocio de refino, al tiempo que su fuerte generación de caja demuestra que la compañía anglobritánica se ha adaptado bien a un mundo de precios bajos para el petróleo.
El grupo impulsó notablemente la generación de caja en los últimos trimestres por el efecto de la política de control de costes y desinversiones introducida por el consejero delegado Ben van Beurden para preparar a la petrolera para un entorno permanente de precios bajos tras el desplome de 2014.
"Los tres negocios de Shell tuvieron contribuciones sólidas a este robusto conjunto de resultados", dijo Van Beurden.
Shell y la mayoría de sus rivales pueden ahora ser rentables incluso aunque los precios vuelvan a los 50 dólares por barril y de nuevo pueden concentrarse en desarrollar sus negocios. En el tercer trimestre, el precio medio del barril de crudo fue de 52 dólares y hoy supera los 60 dólares.
Esta misma semana, la petrolera británica BP (LON:BP) dijo que en lo que va de año puede cuadrar sus cuentas a un precio de 49 dólares por barril.
En la bolsa londinense, las acciones de Shell subían casi un 2 por ciento a las 1209 GMT.
IMPACTO DE HURACANES
El beneficio de Shell se incrementó debido principalmente al triplicarse la aportación del refino, que sacó provecho del fuerte incremento de los márgenes después de que el paso del huracán Harvey a finales de agosto dejase inutilizada una cuarta parte de la capacidad de las refinerías estadounidenses.
El beneficio del negocio petroquímico de Shell, clave para el crecimiento de la empresa en la próxima década, se elevó un 20 por ciento interanual.
"Las cifras fueron sólidas. El 'downstream' (refino y marketing) fue de nuevo el motor clave", dijo Iain Reid, analista de Macquarie.
El beneficio neto ajustado a extraordinarios y coste de reposición de reservas (CCS) fue de 4.100 millones de dólares en el tercer trimestre, frente a los 2.800 millones de dólares que ganó en el mismo periodo de 2016 y los 3.620 millones del consenso de analistas proporcionado por Shell.
La producción de hidrocarburos subió un 2 por ciento en el trimestre hasta 3,657 millones de barriles de equivalente de petróleo.
El flujo de caja operativo cayó un 11 por ciento respecto al segundo trimestre hasta 7.580 millones de dólares, el primer descenso desde el primer trimestre de 2016 al incrementarse el valor de los inventarios por la subida interanual de los precios del crudo.