Barcelona, 20 oct (.).- La compañía barcelonesa especializada en motos eléctricas Silence se adentrará en el mercado del coche eléctrico con un biplaza de pequeño tamaño ideado para circular por ciudad que funcionará con dos baterías extraibles y en cuya fabricación invertirá inicialmente unos 30 millones de euros.
Así lo ha explicado en la inauguración de la sede de Silence, en Barcelona, su fundador, Carlos Sotelo, quien ha dicho que la producción de este nuevo vehículo se prevé que comience antes del próximo verano, si bien en 2022 no saldrían al mercado más de 1.000 unidades.
Ello supondrá que la plantilla de Silence en la planta de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) pueda pasar de los actuales 160 trabajadores a unos 400, según cuál sea el ritmo de producción.
Las previsiones más optimistas de Silence son que en cinco años se puedan fabricar 30.000 vehículos de este tipo al año.
Este pequeño coche podrá adquirirse, según las primeras estimaciones, a partir de los 7.500 euros sin contar las dos baterías extraíbles que utiliza; sumándolas se alcanzaría un precio mínimo de 12.000 euros.
Sotelo ha explicado que este biplaza se intentará comercializar sobre todo para flotas (de alquiler o de empresas de trabajo), aunque también se apostará por la venta a particulares.
Silence impulsará un servicio de alquiler para las baterías de los vehículos, de forma que no sea necesario adquirirlas: todavía en estudio, la compañía estima que podrá ofrecer este servicio a partir de 15 euros al mes.
Una primera muestra de esta iniciativa ya puede verse en su nueva sede, donde hay 36 cargadores, si bien Silence proyecta que haya hasta tres centros en Barcelona y cuatro en Madrid.
La compañía trabaja en dos versiones de este nuevo biplaza: uno de hasta 45 kilómetros por hora que podrá conducirse sin carné de coche y otro que alcanzaría hasta los 90 kilómetros por hora.
El prototipo exhibido este miércoles mide 1,30 metros de ancho por 2,30 metros de largo y cuenta con tres modos de conducción: ecológico, deportivo o ciudad.
Silence, por otra parte, se cuenta entre los proyectos finalistas para ocupar la planta de Nissan (T:7201) en Montcada, si bien Sotelo ha explicado que, en caso de no ser posible esta opción, también podría adaptarse a las plantas de la Zona Franca o Sant Andreu de la Barca.
En el acto de inauguración de la nueva sede de Silence han intervenido el secretario general de Industria, Raül Blanco (de forma telemática); el conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent; y la segunda teniente de alcaldía de Barcelona, Janet Sanz.
Blanco ha definido a Silence como "un proyecto de referencia" que recoge "la mejor tradición del mundo de la moto".
Torrent ha señalado que "la transición hacia la movilidad verde es una prioridad para el Govern" y ha llamado a "hacer compatible la movilidad con la protección del medio ambiente"
Asimismo, Sanz ha celebrado que esta compañía haga compatible "ecología y economía", lo que casa con los planteamientos del gobierno municipal.
Silence, que cuenta con una fábrica con 160 empleados, fabricó el año pasado unas 9.200 motos y este 2021 superará las 10.000 pese a que la escasez de microchips está lastrando la producción.