Sao Paulo, 5 jul (.).- El sindicato de los metalúrgicos que representa a los trabajadores de Embraer (SA:EMBR3) anunció hoy que pedirá al Gobierno brasileño que vete el acuerdo firmado entre la aeronáutica y el gigante estadounidense Boeing (NYSE:BA) para la creación de una tercera empresa.
"Somos contrarios a la venta y vamos a hacer presión sobre el Gobierno brasileño para que se posicione contra" el acuerdo entre los dos fabricantes de aviones, afirmó a Efe Herbert Claros, director del Sindicato de los Metalúrgicos de Sao José dos Campos, en la región metropolitana de Sao Paulo.
En la ciudad de Sao José dos Campos, a unos cien kilómetros de la capital paulista, se encuentra la sede central de Embraer, que es el tercer mayor fabricante de aviones del mundo y líder en el segmento de aeronaves para vuelos regionales.
Claros, que trabaja en Embraer, se mostró "muy crítico" con lo que considera la "venta" de la firma brasileña.
"No es claro que Embraer permanezca en el futuro en Brasil por cuenta de la tradición de Boeing sobre despidos. En los últimos cinco años han sido despedidos más 35.000 obreros en Estados Unidos", destacó Claros, quien añadió que en el sindicato estudian empezar una huelga.
El dirigente sindical comentó que "la política actual del Gobierno de Estados Unidos es muy proteccionista" y considera que esa estrategia no favorecerá el crecimiento de Embraer en Brasil.
Las negociaciones entre Boeing y Embraer empezaron en diciembre pasado con la intención de cerrar una combinación de sus negocios.
Después de seis meses de conversaciones, en las que participó el Ejecutivo brasileño, las dos empresas anunciaron hoy la creación de una nueva compañía, de capital cerrado y con sede en Brasil, con un valor de 4.750 millones de dólares, según el memorando de entendimiento publicado este jueves.
Boeing será titular del 80 % del capital de la compañía, por el que deberá pagar 3.800 millones de dólares a la fabricante brasileña, mientras que Embraer poseerá el 20 % restante.
No obstante, la operación necesitará el aval del Gobierno brasileño, poseedor de una acción dorada que le permite vetar decisiones y operaciones de la firma.
Ese derecho de veto lo mantiene el Estado brasileño desde que decidió privatizar la compañía hace dos décadas.
"El Gobierno federal, poseedor de una acción de oro ("golden share'), tiene la obligación de vetar la negociación. Al contrario de lo que afirmó Embraer en un comunicado, esta combinación no traerá beneficios para Brasil y, mucho menos, para los trabajadores brasileños", recogió el sindicato de los metalúrgicos en una nota oficial.
Asimismo, la fabricante brasileña y el gigante aeroespacial estadounidense informaron hoy que darán luz verde a otra empresa para la promoción y desarrollo de nuevos mercados en el área de defensa, especialmente el avión carguero K-390.
El área de defensa de Embraer ha sido uno de los puntos delicados de la negociación al ser considerada como una pieza fundamental en materia de defensa nacional para el Gobierno del país suramericano.
En este sentido, el sindicato alertó de que el departamento de defensa, "esencial para la soberanía de Brasil", "también se quedará en manos de Boeing" por medio de otra 'joint venture'.
"El Gobierno Federal y el Congreso Nacional tienen el papel de defender los intereses de Brasil y, por tanto, no pueden ser connivente con ese crimen de lesa-patria", concluyó la organización.