Buenos Aires, 5 feb (EFE).- A pocas semanas del inicio de negociaciones paritarias en las que se pactarán subidas salariales para 2014, sindicalistas oficialistas reiteraron hoy que la inflación "se comió los salarios" en Argentina, mientras que el Gobierno defendió los avances obtenidos durante su gestión.
"Muchos actores sindicales deben reconocer que han tenido un crecimiento muy importante del número de afiliados, precisamente porque la política económica permitió el crecimiento del sector", dijo hoy en rueda de prensa el jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich.
Capitanich remarcó que el proceso de industrialización y la política económica llevada adelante desde 2003 permitió "aumentar la rentabilidad de los empresarios y los salarios de los trabajadores".
Sus declaraciones se suman a las realizadas anoche por la presidenta argentina, Cristina Fernández, quien interpeló al líder de la facción oficialista de la Confederación General del Trabajo (CGT), Antonio Caló, por haber dicho que el salario no alcanza para comer y puso en duda que haya trabajadores que mueran de hambre en Argentina.
El líder de la más cercana al Gobierno Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky, respaldó hoy a Caló en declaraciones radiales y admitió que hay trabajadores no registrados "que tienen dificultades" para cumplir con sus necesidades básicas y citó como ejemplo a los docentes.
Los profesores reclaman un sueldo mínimo de 5.500 pesos (685 dólares), lo que significaría un aumento salarial del 61 % para este año, y amenazan con declararse en huelga si el Gobierno no atiende a sus reivindicaciones antes del inicio de las clases a finales de este mes.
Con sus críticas, el sindicalismo oficialista se distancia del Gobierno y se acerca a los líderes gremiales opositores, como Luis Barrionuevo, quien cuestionó hoy la permanencia de Fernández hasta el fin de su mandato, en 2015.
"Si tienen miedo de irse antes, es porque seguro se van a ir antes", dijo Barrionuevo en Radio Mitre después de que varios ministros kirchneristas aseguraran que Fernández no dejará su cargo anticipadamente.
Argentina cerró 2013 con una inflación del 10,9 %, según datos oficiales, aunque estimaciones privadas la elevaron hasta el 28,3 %, y prevén que este año se acerque al 30 %, cifra mínima que barajan los sindicatos en sus reivindicaciones de alza salarial para 2014.
En las provincias, donde la situación fiscal es débil, el antecedente más cercano son las subidas salariales de hasta el 50 por ciento concedidas a finales del pasado año a fuerzas de seguridad locales, en medio de huelgas policiales y violentos saqueos. EFE