Bangkok, 2 ene (.).- Tailandia y China han eliminado de manera permanente a partir del 1 de marzo la exigencia de visado para sus respectivos ciudadanos, anunció este martes el primer ministro tailandés, Srettha Thavisin.
Este acuerdo "eleva el nivel de relación" entre ambas naciones, destacó el mandatario tailandés durante una rueda de prensa en Bangkok tras la celebración de la reunión del Gabinete.
Un portavoz gubernamental indicó a posterior a los medios que esta exención de visado estará vigente para aquellos que visiten el país durante 30 días y que se aplicará a múltiples entradas si bien el periodo total de estancia no puede exceder los 90 días dentro de 180 días (o 6 meses).
La segunda economía del sudeste asiático, donde el sector del turismo es uno de los principales motores económicos, implementó en septiembre un programa que eximía de visado a los viajeros chinos y que iba a terminar a finales de febrero.
A pesar del impuso inicial que dio este plan, durante 2023 llegaron a Tailandia más de 3,4 millones de turistas chinos, una cifra por debajo de la meta oficial trazada y muy lejos de los casi 11 millones de visitantes del país vecino que llegaron en 2019, y superada por las llegadas procedentes de Malasia.
En el año que acaba de concluir, alrededor de 28 millones de turistas extranjeros visitaron Tailandia, una cifra que alcanzó el objetivo marcado de cara a la recuperación del sector tras la pandemia de la Covid-19.
Desde que Srettha llegó en agosto al gobierno, su Ejecutivo ha impulsado varias medidas encaminadas a potenciar el turismo entre ellas exenciones de visado para viajeros procedentes de Kazajistán, India y Taiwán, similares a la todavía vigente con China.
Para 2024, el Ministerio de Turismo prevé una recuperación más robusta del sector con la llegada de unos 35 millones de turistas internacionales, incluidos 8,2 millones procedentes de China.
En 2019, antes de la crisis sanitaria mundial, Tailandia rozó los 40 millones de turistas, de los cuales los ciudadanos chinos suponían más del 25 por ciento del total, y su sector representaba entre el 12 y 20 por ciento del productor interior bruto.