Tokio, 27 abr (.).- El fabricante japonés de airbags Takata (T:7312) suspendió hoy su cotización en la Bolsa de Tokio después de que un periódico local informase de que está considerando declararse en bancarrota y vender sus operaciones a una nueva compañía.
Un comité externo establecido en febrero ha diseñado un plan de rescate para Takata en el que propone a la empresa estadounidense Key Safety Systems, subsidiaria de la china Ningbo Joyson Electronic, como abanderada de la operación.
En virtud del plan, recogido hoy por el diario económico Nikkei, Key Safety desembolsaría cerca de 200.000 millones de yenes (unos 1.650 millones de euros) para crear una compañía nueva que compraría las operaciones de Takata, incluyendo las de los airbags, cinturones de seguridad y sillas de seguridad para niños.
La firma de inversión estadounidense Bain Capital ayudaría a obtener los fondos para la operación, que se realizaría después de que Takata se declarara en quiera y solicitara protección, según detalla la publicación.
Los principales acreedores de Takata, entre los que están Honda (T:7267) y Toyota (T:7203), ya habrían iniciado conversaciones con Key Safety sobre las vías de reembolso de los costes multimillonarios de las llamadas a revisión de vehículos por los airbags defectuosos del fabricante.
Incluso aunque Takata llegará a un acuerdo privado para reducir sus deudas con algunos acreedores, los costes adicionales dejarían a la compañía un importante pasivo que desencadenaría con el tiempo su liquidación, indica Nikkei.
Tras estas informaciones, las acciones de Takata no cotizaron hoy en Tokio, donde permanecieron inalteradas desde el cierre del miércoles, cuando cayeron casi un 1 % hasta 512 yenes (4,20 euros).
El defecto de los airbargs de Takata, detectado en 2014, se localiza en los infladores, concretamente en el encapsulado metálico donde se aloja la bolsa de aire, que puede abrirse con demasiada fuerza y proyectar fragmentos a los ocupantes.
El defecto, que está ahogando las cuentas de la compañía por los gastos multimillonarios de la sustitución de los dispositivos y las sanciones, se ha ligado al menos a una quincena de muertes y afecta a vehículos de más de 10 fabricantes.