MADRID (Reuters) - Taxistas de Barcelona y Madrid han decidido el sábado poner en marcha una huelga indefinida, después de que sus paros y protestas de las dos últimas jornadas colapsaran diversos puntos neurálgicos de las dos principales ciudades españolas.
Los trabajadores del taxi protestan contra la competencia desleal y precariedad que a su juicio han introducido en el sector las compañías Uber y Cabify, cuyas licencias de VTC (alquiler de vehículos con conductor) piden limitar.
Según el Sindicato del Taxi de Cataluña, que comunicó el acuerdo a favor de la huelga en una asamblea de los trabajadores de Barcelona este sábado, "taxistas de Málaga y Madrid se suman a las reivindicaciones y la lucha de sus compañeros/as", uniéndose al "paro total de servicio".
"Esto es un ataque de las multinacionales a los derechos de TODOS los trabajadores", dijo el sindicato catalán.
La madrileña Federación Profesional del Taxi dijo que apoya y celebra la "iniciativa propia" tomada por trabajadores en Madrid y exigía "una respuesta de la administración".
Los paros y bloqueos ya afectaron el viernes a calles céntricas, estaciones de trenes y autobuses, y aeropuertos de ambas ciudades, donde numerosos viajeros se encontraban con dificultad para desplazarse a última hora de la noche ante la falta de servicio.
La situación ha llevado a intervenir al Ministerio de Fomento, con la convocatoria de reuniones "en las próximas horas" con las principales asociaciones del sector.
"Fomento quiere hacer un llamamiento a la calma y ha solicitado a las asociaciones de taxistas movilizadas en Barcelona y Madrid la vuelta a la normalidad, como paso previo y necesario para avanzar hacia una solución conjunta con todas las administraciones afectadas", dijo en un comunicado.
Los taxistas han denunciado en el pasado que los VTC les hacen una competencia desleal al no cumplir con las normativas vigentes y tener que pagar menos impuestos y otros gravámenes. Uber, por su parte, rechaza la acusación de competencia desleal y afirma que la ley de transporte protege al sector en contra de los intereses de los clientes.
(Información de Tomás Cobos; Editado por Sonya Dowsett)