TD Cowen ha rebajado la calificación de Fisker Inc. (FSR) a "Market Perform" desde su anterior calificación de "Outperform" y ha reducido su precio objetivo a 12 meses para las acciones de la compañía a 1,00 dólares desde 11,00 dólares. Esta decisión se produce después de que Fisker anunciara el miércoles que podría ser objeto de una investigación por parte de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras debido a las quejas sobre el sistema de frenado de su modelo Ocean.
En un principio, TD Cowen tenía una opinión favorable de Fisker, citando sus sólidas asociaciones de fabricación por contrato, los precios competitivos de sus vehículos y su estrategia de utilizar un mínimo de activos físicos en la producción. Sin embargo, el creciente número y la gravedad de los problemas que está encontrando la empresa han llevado a los analistas a revisar su opinión.
La introducción por parte de Fisker de una estrategia diferente para la distribución, los continuos problemas con las entregas de vehículos, los retrasos en la consecución de los hitos de producción y el debilitamiento de la demanda en el mercado de vehículos eléctricos en general han reducido el atractivo de Fisker según TD Cowen.
"Aunque seguimos pensando que Fisker podría tener éxito en el sector de los vehículos eléctricos, la irregularidad en las entregas de vehículos, el cambio en la forma de distribuir sus productos y ahora la posible investigación sobre el sistema de frenado del modelo Ocean nos hacen dudar a la hora de recomendar la compra de acciones de la empresa", afirman los analistas de TD Cowen en un informe.
El martes, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera inició una investigación sobre los informes de problemas de frenado del utilitario deportivo Ocean de Fisker. Se han recibido nueve informes, uno de ellos con resultado de colisión, que han dado lugar a esta investigación.
Esta investigación llega tras un año de acontecimientos desfavorables para Fisker, empezando por retrasos en la producción causados por problemas de software. Aunque no es inusual que se produzcan investigaciones reguladoras, pueden suponer importantes contratiempos para una empresa nueva como Fisker, afectando potencialmente a su situación financiera y a la confianza de sus inversores.
A principios de este mes, Fisker también reveló cambios en su enfoque de ventas en Norteamérica y Europa.
En Norteamérica, Fisker está pasando a un modelo que implica asociaciones con concesionarios, mientras que en Europa empleará una estrategia mixta de venta directa a los consumidores y a través de concesionarios. Su objetivo es empezar a entregar sus vehículos a los concesionarios en el primer trimestre de 2024.
Sin embargo, su informe a la Comisión del Mercado de Valores (formulario 8-K) advierte de riesgos, como la posibilidad de cancelaciones de pedidos y los retrasos que podrían derivarse del proceso de obtención de las licencias y permisos necesarios para el nuevo modelo de concesionario. Durante este periodo de cambios, las leyes estatales también pueden bloquear las ventas directas a los consumidores, lo que podría complicar aún más el calendario de entregas.
Las repercusiones financieras de este cambio estratégico aún no están claras, pero el objetivo es aumentar las ventas y reducir la intensidad de las necesidades de tesorería a largo plazo, lo que podría afectar a los márgenes de beneficio debido a la necesidad de ofrecer incentivos a los concesionarios.
El valor de las acciones de Fisker ha caído un 10,3% durante las operaciones del mediodía del miércoles.
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