Bernardo Suárez IndartMoscú, 29 ene (.).- Las amenazas occidentales de severas sanciones contra Rusia en caso de que invada Ucrania ponen a prueba la economía rusa, cuyos mercados reaccionan a cualquier cambio de tono en las declaraciones de los actores políticos, mientras aumenta la preocupación de la población ante ese escenario.
Al 63 % de los rusos le preocupa, en mayor o menor medida, las sanciones occidentales, según una encuesta publicada este sábado por el centro de estudios sociológicos Levada.
Solo poco más de un tercio de los encuestados, el 35 %, asegura que las sanciones no le preocupan en absoluto, enfoque que se corresponde con la postura de las autoridades rusas, que sostienen que el país ha superado con éxito las presiones sancionadoras de los últimos años.
MERCADOS SENSIBLES
Pero los mercados rusos reaccionan vivamente a la escalada de tensión por la crisis ucraniana: bastó que el pasado miércoles la embajada de Estado Unidos en Kiev recomendara a sus ciudadanos abandonar Ucrania para que el rublo retrocediera ante el dólar a niveles de 2018, 79,9 unidades por billete verde.
Dos días antes, después de que el presidente de EE.UU., Joe Biden, anunciara la reducción del personal de su misión diplomática en Kiev, el índice RTS de la Bolsa de Moscú cayó un 8,3 %, por debajo de los 1.300 puntos, cifras que no se veían desde el 1 de diciembre de 2020.
"Consideramos inaceptable incluso la idea de una guerra entre nuestros pueblos (entre Rusia y Ucrania)", esta frase pronunciada en rueda de prensa por el subdirector de Departamento de Información de del Ministerio de Exteriores ruso, Alexéi Záitsev, devolvió el jueves la tranquilidad a parqué moscovita.
La Bolsa de Moscú cerró la semana con números verdes: el índice RTS, denominado en dólares, subió el 0,53 %, hasta los 1.407,04 puntos, mientras que el MosBirzha, en rublos, ganó el 0,95 %, y se situó en 3.488 unidades.
¿LA ECONOMÍA RUSA EN PELIGRO?
"Honestamente, no veo ningún riesgo para la economía rusa. En cuanto a las sanciones, todas las que pudo imponer Occidente ya las impuso en 2015, dijo a Efe Mijaíl Deliaguin, vicepresidente de comité de Política Económica de la Duma del Estado, la cámara baja del Parlamento ruso.
Según el legislador, "todo lo demás es histeria, palabrería, un ataque psicológico que afecta a nuestros idiotas".
Este viernes el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que, si EE.UU. adopta sanciones contra Rusia que incluyan a sus dirigentes y la desconexión del país de los sistemas financieros internacionales, como el de transmisión de datos SWIFT, ello "equivaldría a la ruptura de relaciones".
EL SWIFT TIENE ALTERNATIVAS
"¿La desconexión de Rusia del SWIFT? Existen al menos cuatro sistemas análogos que no controla Occidente y la reconexión a estos no llevaría más de un día", explicó Deliaguin, doctor en Economía.
Agregó que, si los datos de las operaciones bancarias en lugar de transmitirse de manera instantánea se hace en el curso del mismo día, "los únicos que se verán afectados serán los especuladores".
Además, Deliaguin indicó que Rusia podría operar a través de China y "difícilmente los estadounidenses están interesados en perder ese sector de mercado".
EL NORD STREAM 2, UN GASODUCTO CLAVE PARA RUSIA
Lo que sí haría daño a Rusia serían sanciones al gasoducto Nord Stream 2, que transportará gas ruso directamente a Alemania por el mar Báltico y cuya certificación está suspendida temporalmente por parte del regulador alemán, opina el analista Mijaíl Krutijin, asociado de la consultora RusEnergy.
"Si las sanciones, en que caso de que Rusia ataque a Ucrania, impiden la puesta en funcionamiento del Nord Stream 2, el país se vería en una situación muy difícil", dijo a Efe el experto.
Según él, Rusia no podría cumplir sus compromisos como suministrador de gas a Europa, ya que esa infraestructura es una vía alternativa al tránsito del gas por Ucrania, que en caso de conflicto bélico no podría contar con su red de gasoductos.
Krutijin aventuró que es poco probable que los países europeos adopten una postura consolidada sobre este asunto.
También se mostró escéptico sobre la posibilidad de que Occidente imponga un embargo a las compras de petróleo ruso.
"Rusia exporta petróleo no solo a Europa, sino también a Estados Unidos. Subirían los precios y todos saldrían perjudicados", dijo.