Por Sara Busquets
Investing.com - Elon Musk contraataca a golpe de tweet. Como ya nos tenía acostumbrados el año pasado, el CEO de la automovilística anunció ayer vía Twitter que reabre su planta de Fremont, California, desafiando el cierre impuesto por las autoridades locales con el objetivo de frenar la escalada del coronavirus.
Aunque contaban con la aprobación de California, el contado de Alameda, donde se encuentra localizada la fábrica, invalidó la decisión, algo que no gustó demasiado a Musk, que argumentaba también en la red social que solo Tesla (NASDAQ:TSLA) ha quedado excluida de la decisión que permitirá al sector reanudar la actividad. Un lío que zanjaba diciendo: “si tienen que arrestar a alguien -por saltarse las normas- que sea solo a mí”.
Las autoridades, por su parte, aseguraban que ya han exigido a Musk que la fábrica opere a mínimo rendimiento hasta que no se tome una decisión distinta a la actual. Y le exigen también un plan, algo de lo que todavía carece. Recordemos que este condado es uno de los seis del área de San Francisco que tiene impuestas restricciones hasta el próximo 31 de mayo.
El pasado sábado el directivo ya amenazó con mover la fábrica de Tesla y su sede fuera de California, y horas más tarde denunció al condado de Alameda, asegurando que la decisión de cierre local era un “abuso de poder” y buscando por vía judicial la reapertura de la planta.
La presión de las ventas para seguir ganando
Tesla, como ya hemos comentado en otras ocasiones, necesita de mantener sus promesas para seguir siendo rentable. Y una de ellas siempre ha sido la de presentar números de ventas en ascenso, por lo que la presión es altísima. Sobre todo, cuando, además, las cifras de fabricación en su planta de China no están siendo todo lo buenas que cabría esperar. Una presión que se refleja en bolsa: las acciones de la compañía han ganado un 239% en los últimos 12 meses, frente a los avances del 1,7% del S&P 500. En esta evolución, el constante tira y afloja de aquellos inversores que apuestan por el grupo y aquellos cortos que esperan la caída en cualquier punto del camino.
La producción, por tanto, es un must para Musk. Tras anunciar la producción de 103.000 vehículos en el primer trimestre y la entrega de 88.400 unidades -su mejor trimestre de la historia-, se ha marcado la cifra de 500.000 vehículos producidos en 2020, pero los analistas dudan que, de continuar con los cierres e interrupciones, se pueda llegar a ese nivel. Solo la vuelta a la normalidad completa le permitiría alcanzar objetivos.
Puntos que siguen jugando a su favor
De todos modos, los números de momento siguen de su lado. Solo basta con ver lo que sucedió en China en el mes de marzo. Allí, las ventas de coches bajaron cerca de un 41% si lo comparamos con el año anterior, pero Tesla acaparó cerca de un tercio de todos los vehículos eléctricos vendidos en el periodo.
Además, poco a poco consigue todos los objetivos que le podrían dar entrada en el S&P 500, un movimiento que liberaría la presión de compra institucional de una manera loca, como nos recuerdan desde MarketWatch. El único escollo lo tiene ahora mismo en la rentabilidad: solo si es capaz de ser rentable durante cuatro trimestres consecutivos, podría obtener la luz verde. De la vuelta a la normalidad, por lo tanto, depende en parte esta carrera.