Madrid, 24 mar (.).- El director general del Tesoro, Pablo de Ramón Laca, ha asegurado que aunque un 90 % de las empresas cotizadas hacen referencia a aspectos relacionados con el cambio climático en sus informes no financieros, un 60 % no proporciona información sobre sus consecuencias financieras.
Un aspecto que hay que corregir, según ha advertido el director general del Tesoro durante la clausura este miércoles, de una jornada sobre inversión sostenible organizada por Expansión, en la que ha destacado la importancia de la revisión de la Directiva de Información no Financiera, que entró en vigor en 2018.
Una normativa que ha sido revisada dos años después.
"En España se elevó el grado de ambición de la transposición de la directiva, y a partir de este año, no solo las empresas de más de 500 empleados, si no, las de más de 250, tendrán que incluir cuestiones medioambientales en su documentación". "Esto contribuirá a mejorar la información existente y a orientar mejor a las empresas hacía una economía descarbonizada", ha dicho.
La revisión, que está en marcha, pretende mejorar la calidad, relevancia y comparativa de la información que las empresas ofrecen al mercado, ya que los datos que esta ahora aportan "resultan demasiado generales", ha asegurado.
En este sentido, ha adelantado que el Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que incluye medidas que completarán el marco regulatorio de las finanzas sostenibles, establece para empresas cotizadas y entidades financieras obligaciones, ya que tendrán que presentar un informe anual con la evaluación del impacto de los riesgos asociados al cambio climático.
Asimismo, deberán incluir aquellos riesgos relacionados con la transición hacia una economía sostenible, así como las medidas que se adopten para hacer frente a dichos riesgos.
Se prevé que un Real Decreto determine el contenido de este informe anual, pero según ha adelantado, incluirá información de cómo el gobierno corporativo de la entidad trata los riesgos del cambio climático, qué procesos se han establecido para identificar, controlar y gestionarlos y, qué metodologías se utilizan para medirlos.