París, 12 jul (.).- Thales (EPA:TCFP) anunció este miércoles que ha comenzado negociaciones exclusivas para la compra por 1.100 millones de dólares de Cobham (LON:COB) Aerospace Communications, conocida como AeroComms, una empresa también francesa especializada en comunicaciones de alta seguridad con los aviones.
La operación, que va a ser objeto de consultas con los representantes de los trabajadores de las dos empresas, se prevé que esté finalizada en el primer trimestre de 2024, precisó el grupo francés de electrónica de defensa en un comunicado.
Thales destacó que con esta adquisición pretende continuar su estrategia de reforzar su negocio en aviónica y espera un incremento de la facturación de dos dígitos a medio plazo, así como un impacto positivo sobre los beneficios desde el primer año.
AeroComms cuenta con una plantilla de 690 empleados (de los cuales 190 ingenieros), tiene su sede en Rungis, a las afueras de París, opera además de en Francia en Sudáfrica, Estados Unidos, Canadá y Dinamarca y se calcula que este año facturará unos 200 millones de dólares.
En su cartera hay toda serie de tecnologías aviónicas para las comunicaciones con las cabinas de los aviones. En su gama de productos hay sistemas "satcom" en banda L (con antenas y emisores-receptores), soluciones digitales de gestión audio-radio y sistemas de antenas pasivas para la conectividad, las comunicaciones y la navegación.
Productos que, según Thales, le sitúan en buena posición para aprovechar el aumento de las cadencias de producción de aviones que prevén los fabricantes para responder a la fuerte demanda, pero también para la modernización de las flotas de aeronaves actualmente en servicio.
La directora general adjunta de las actividades aviónicas de Thales, Yannick Assouad, afirmó que con esta compra su empresa se colocará "en el centro de la revolución tecnológica del mercado de las comunicaciones y de la conectividad en vuelo, garantes de un futuro más sostenible para la aeronáutica".
A ese respecto, Assouad, destacó que la garantía de una conexión en directo y segura entre los pilotos y los controladores aéreos permitirá "optimizar en tiempo real la trayectoria de los aviones, reduciendo así significativamente el consumo de carburante y, en consecuencia, las emisiones de CO2 de aquí a tres años".