Fráncfort (Alemania), 12 may (.).- El grupo industrial y tecnológico alemán ThyssenKrupp (DE:TKAG) tuvo en su primer semestre fiscal (octubre ) una pérdida neta atribuida de 871 millones de euros, frente al beneficio de 37 millones de euros un año antes, tras la venta de CSA.
ThyssenKrupp informó hoy de que la venta de CSA Siderúrgica do Atlántico (CSA), la fábrica de acero en Brasil, a Ternium tuvo un efecto negativo en los libros contables por amortización de 900 millones de euros en el segundo trimestre de su actual ejercicio, que comenzó en octubre.
ThyssenKrupp prevé cerrar la transacción a finales de septiembre de 2017.
Sin contabilizar el resultado de la división de acero en América Steel Americas, ThyssenKrupp tuvo un beneficio neto atribuido semestral de 42 millones de euros, un 70 % menos que un año antes.
La facturación de ThyssenKrupp subió en el primer semestre un 9 %, hasta 21.084 millones de euros.
La entrada de pedidos mejoró en el mismo periodo un 17 %, hasta 21.948 millones de euros.
Las áreas de componentes para automóviles y para camiones pesados en Europa occidental y China se desarrollaron positivamente, asimismo la facturación subió en el área de elevadores en EEUU, China y Corea del Sur.
ThyssenKrupp tuvo una pérdida operativa de 324 millones de euros, frente al beneficio de 474 millones de euros un año antes, lo que da un margen de rentabilidad de -1,5 %.
Tuvo efectos positivos en el resultado por la recuperación de los precios de algunas materias primas, pero se reflejarán en el balance a partir del segundo trimestre y en la división de acero de Europa serán neutralizados por el aumento de los precios de la hulla .
"El mercado de materias primas y de este modo el negocio de materiales está sometido a fuertes fluctuaciones sobre las que no tenemos influencia", dijo el presidente de ThyssenKrupp, Heinrich Hiesinger.
Por ello, añadió, ThyssenKrupp se concentra en ampliar el negocio de bienes industriales y de servicios.