Tokio, 21 may (EFE).- La Bolsa de Tokio cerró prácticamente plana tras un inicio de sesión muy optimista merced al abaratamiento del yen frente al dólar, apuntaron analistas locales.
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró hoy con una subida de 6,31 puntos, un 0,03 por ciento, y se situó en las 20.202,87 unidades, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa los valores de la primera sección, avanzó 3,40 puntos, un 0,21 por ciento, hasta las 1.646,80 unidades.
El sector de las aseguradoras lideró las ganancias seguido por el de metales no ferrosos, mientras que el metalúrgico y el de servicios financieros cosecharon los peores resultados.
Tokio arrancó hoy claramente al alza y el selectivo llegó a tocar tras el descanso de mediodía los 20.320,90, su mayor nivel intradía desde el 17 de abril de 2000, gracias a la caída del yen frente al dólar, que se cambió en la banda baja de las 121 unidades.
Sin embargo las escasas expectativas ante la posibilidad de que la divisa nipona siga abaratándose ante el verde acabaron por apagar el optimismo inicial.
Además, el Nikkei encadenó hoy cinco jornadas consecutivos de cierres en positivo por primera vez en tres meses, algo que incitó a muchos a recoger beneficios, apuntó Tsutomu Yamada, analista de kabu.com Securities, a la agencia Kyodo.
A esto hay que sumar la cautela de algunos participantes de cara al cierre de mañana de la reunión mensual de dos días de duración del Banco de Japón (BoJ).
El grupo Lixil (TOKYO:5938) arrastró hoy a la baja al sector metalúrgico al caer un 7,5 por ciento, tras anunciar que su subsidiaria alemana Joyou (XETRA:JY8G) está meditando declararse en bancarrota.
Por otro lado, Sompo Japan Nipponkoa Holdings avanzó un 7,4 por ciento, después de que la aseguradora publicara un buen pronóstico financiero para el actual ejercicio.
En la primera sección, 1.033 valores retrocedieron frente a los 725 que avanzaron, al mismo tiempo que 124 cerraron en tablas.
El volumen de negocio ascendió a 2,799 billones de yenes (20.829 millones de euros), por debajo de los 2,995 billones de yenes (22.296 millones de euros) de la víspera.