Andrés Sánchez Braun
Tokio, 24 may (EFE).- La Bolsa de Tokio cerró hoy en positivo una sesión plagada de vaivenes tras haber sufrido en la víspera su mayor caída desde el tsunami de 2011 merced a las dudas en torno a la recuperación de China y al sobrecalentamiento del parqué.
Tras oscilar en un rango de más de 1.000 de puntos, el Nikkei cerró con una ganancia del 0,89 por ciento hasta quedar en 14.612,45 unidades, mientras que el resto de mercados asiáticos respondió con resultados dispares tras el batacazo de la jornada precedente.
La plaza tokiota abrió en positivo ante las expectativas de un rebote técnico tras el desplome de ayer, al que contribuyó la publicación del índice PMI de producción industrial en China, que por primera vez en siete meses apuntó a una contracción de la actividad manufacturera en la segunda economía del mundo.
La euforia inversora de primera hora llevó al selectivo nipón a superar momentáneamente la barrera de los 15.000 puntos, aunque se precipitó a terreno negativo tras el descanso de mediodía, cuando llegó a perder hasta un 3,5 por ciento situándose por debajo de las 14.000 por primera vez desde el 7 de mayo.
La caída se produjo al compás de un ligero encarecimiento del yen, lo que perjudica a los grandes exportadores, y ante un cierto nerviosismo que responde al reciente sobrecalentamiento del parqué tokiota, que en 2013 ha avanzado en torno a un 40 por ciento.
No obstante, los buenos datos que ayudaron a recortar las pérdidas en Wall Street en la víspera (los de las ventas de casas y de las solicitudes de subsidio de desempleo en EEUU) animaron a los inversores tokiotas a lanzarse a la caza de gangas poco antes de que sonara la campana, lo que devolvió a Tokio al negro.
Analistas locales han subrayado los signos de sobrecalentamiento que muestra la Bolsa de Tokio, que hasta ayer apenas había sufrido corrección alguna a lo largo de la meteórica subida del 70 por ciento que ha registrado desde noviembre.
Esta escalada se ha producido al calor de las expectativas generadas por las medidas del Gobierno nipón y la mastodóntica inyección de liquidez del Banco de Japón (BOJ), algo que subraya la excesiva dependencia de los mercados con respecto a las políticas acomodaticias de las autoridades monetarias en los últimos tiempos.
Aún así, expertos locales señalan que pese al batacazo de la víspera y a las sacudidas de hoy, la tendencia al alza aún se mantendrá alimentada por las promesas del "Abenomics", nombre que recibe la agresiva política económica del primer ministro japonés, Shinzo Abe, y por las expectativas de recuperación en EEUU.
El titubeante rendimiento del bono japonés a 10 años planea sin embargo sobre esta tendencia, dado que se ha mostrado volátil en los últimos días y ayer se disparó hasta el 1 por ciento.
Un mayor incremento en esta tasa de referencia podría conducir a una subida de tipos hipotecarios y de los préstamos corporativos y minar el plan de recuperación trazado por Abe y el BOJ.
El propio primer ministro llamó hoy a la calma en este sentido y aseguró que responderán con los mecanismos al alcance de su mano para evitar una subida mayor que además complique la financiación de la deuda pública nipona, la cual duplica su PIB.
Mientras, en la región, el mercado bursátil de Hong Kong cerró su sesión de hoy con una caída del 0,23 por ciento, mientras que la plaza de Corea del Sur logró una ligera subida del 0,22 por ciento.
Por su parte, los mercados bursátiles del Sudeste Asiático cerraron la jornada con pérdidas en Filipinas y Vietnam y ganancias en Indonesia, en una sesión en la que los parqués de Tailandia, Singapur y Malasia permanecieron cerrados por festivo local.
La bolsa de valores de Yakarta subió 33,69 puntos, el 0,66 por ciento, mientras la de Vietnam cayó 2,02 puntos, o un 0,41 por ciento y la de Manila fue la que más retrocedió al perder 45,47 puntos, o el 0,62 por ciento. EFE
asb/jpf/raa/ltm
Tokio, 24 may (EFE).- La Bolsa de Tokio cerró hoy en positivo una sesión plagada de vaivenes tras haber sufrido en la víspera su mayor caída desde el tsunami de 2011 merced a las dudas en torno a la recuperación de China y al sobrecalentamiento del parqué.
Tras oscilar en un rango de más de 1.000 de puntos, el Nikkei cerró con una ganancia del 0,89 por ciento hasta quedar en 14.612,45 unidades, mientras que el resto de mercados asiáticos respondió con resultados dispares tras el batacazo de la jornada precedente.
La plaza tokiota abrió en positivo ante las expectativas de un rebote técnico tras el desplome de ayer, al que contribuyó la publicación del índice PMI de producción industrial en China, que por primera vez en siete meses apuntó a una contracción de la actividad manufacturera en la segunda economía del mundo.
La euforia inversora de primera hora llevó al selectivo nipón a superar momentáneamente la barrera de los 15.000 puntos, aunque se precipitó a terreno negativo tras el descanso de mediodía, cuando llegó a perder hasta un 3,5 por ciento situándose por debajo de las 14.000 por primera vez desde el 7 de mayo.
La caída se produjo al compás de un ligero encarecimiento del yen, lo que perjudica a los grandes exportadores, y ante un cierto nerviosismo que responde al reciente sobrecalentamiento del parqué tokiota, que en 2013 ha avanzado en torno a un 40 por ciento.
No obstante, los buenos datos que ayudaron a recortar las pérdidas en Wall Street en la víspera (los de las ventas de casas y de las solicitudes de subsidio de desempleo en EEUU) animaron a los inversores tokiotas a lanzarse a la caza de gangas poco antes de que sonara la campana, lo que devolvió a Tokio al negro.
Analistas locales han subrayado los signos de sobrecalentamiento que muestra la Bolsa de Tokio, que hasta ayer apenas había sufrido corrección alguna a lo largo de la meteórica subida del 70 por ciento que ha registrado desde noviembre.
Esta escalada se ha producido al calor de las expectativas generadas por las medidas del Gobierno nipón y la mastodóntica inyección de liquidez del Banco de Japón (BOJ), algo que subraya la excesiva dependencia de los mercados con respecto a las políticas acomodaticias de las autoridades monetarias en los últimos tiempos.
Aún así, expertos locales señalan que pese al batacazo de la víspera y a las sacudidas de hoy, la tendencia al alza aún se mantendrá alimentada por las promesas del "Abenomics", nombre que recibe la agresiva política económica del primer ministro japonés, Shinzo Abe, y por las expectativas de recuperación en EEUU.
El titubeante rendimiento del bono japonés a 10 años planea sin embargo sobre esta tendencia, dado que se ha mostrado volátil en los últimos días y ayer se disparó hasta el 1 por ciento.
Un mayor incremento en esta tasa de referencia podría conducir a una subida de tipos hipotecarios y de los préstamos corporativos y minar el plan de recuperación trazado por Abe y el BOJ.
El propio primer ministro llamó hoy a la calma en este sentido y aseguró que responderán con los mecanismos al alcance de su mano para evitar una subida mayor que además complique la financiación de la deuda pública nipona, la cual duplica su PIB.
Mientras, en la región, el mercado bursátil de Hong Kong cerró su sesión de hoy con una caída del 0,23 por ciento, mientras que la plaza de Corea del Sur logró una ligera subida del 0,22 por ciento.
Por su parte, los mercados bursátiles del Sudeste Asiático cerraron la jornada con pérdidas en Filipinas y Vietnam y ganancias en Indonesia, en una sesión en la que los parqués de Tailandia, Singapur y Malasia permanecieron cerrados por festivo local.
La bolsa de valores de Yakarta subió 33,69 puntos, el 0,66 por ciento, mientras la de Vietnam cayó 2,02 puntos, o un 0,41 por ciento y la de Manila fue la que más retrocedió al perder 45,47 puntos, o el 0,62 por ciento. EFE
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