Tokio, 12 dic (EFE).- La Bolsa de Tokio avanzó hoy gracias a los buenos datos económicos de EEUU, que generaron optimismo en torno a la primera economía del mundo, aunque las ganancias se vieron limitadas ante la cercanía las elecciones de Japón este domingo.
El selectivo Nikkei cerró con una subida de 114,18 puntos, un 0,66 por ciento, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, avanzó 2,61 puntos, un 0,18 por ciento, hasta 1.399,65 enteros.
El parqué tokiota empezó la sesión con ímpetu animado por los resultados de la víspera en Wall Street, donde los buenos datos económicos de EEUU como las bajada de las peticiones del subsidio por desempleo y un aumento de las ventas minoristas generaron un ambiente de optimismo.
"Los indicadores estadounidenses han dado a los mercados una renovada confianza en la salud de la economía de EEUU", explicó a Kyodo el analista de IwaiCosmo, Toshikazu Hourichi.
La caída del precio del petróleo a su nivel más bajo en cinco años y cinco meses fue otro factor positivo para elevar el ánimo de los inversores en Tokio.
El parqué tokiota frenó, sin embargo, sus ganancias la espera de ver los resultados de las elecciones anticipadas que se celebran en Japón el domingo, y en las que, según todas las encuestas, el partido del actual primer ministro, Shinzo Abe, parte como favorito.
También influyó el que el yen ganara algo de terreno frente al dólar estadounidense, lo que siempre perjudica a las exportadoras niponas.
Las eléctricas fueron las que se más se beneficiaron de la caída del precio del crudo y Tokyo Electric Power (TOKYO:9501) ganó un 4 por ciento, mientras Kansai Electric Power avanzó un 3,6 por ciento.
Los sectores de instrumentos de precisión, maquinaria eléctrica y el de empresas químicas disfrutaron también de una buena sesión al registrar las principales ganancias.
En la primera sección retrocedieron 934 valores, frente a 786 que avanzaron y 129 que cerraron en tablas.
El volumen de negocio ascendió a 3,631 billones de yenes (24.685 millones de euros), frente a los 2,514 billones de yenes (17.066 millones de euros) de la víspera.