Antonio Hermosín
Tokio, 10 may (.).- Toyota Motor (T:7203), el segundo mayor fabricante mundial de automóviles, vio caer sus ganancias en 2016 después de tres años cosechando beneficios netos récord, debido a sus ambiciosos planes de inversión y a la apreciación de la divisa nipona.
El gigante nipón se anotó en el ejercicio 2016 un beneficio neto de 1,83 billones de yenes (14.763 millones de euros), un 20,8 interanual menos, mientras que su beneficio operativo retrocedió un 30,1 por ciento hasta los 1,99 billones de yenes (16.057 millones de euros), según sus resultados publicados hoy.
En el último año fiscal nipón, que comprende entre abril de 2016 y finales del pasado de marzo, Toyota facturó 27,59 billones de yenes (222.648 millones de euros), un 2,8 por ciento menos que el ejercicio anterior.
Se trata de la primera vez en el último lustro en que Toyota registra descensos tanto en el beneficio neto como en su facturación por ventas, a pesar de que colocó más vehículos en todo el mundo que el ejercicio precedente.
La compañía con sede en Aichi (centro de Japón) acusó sobre todo el frenazo que han experimentado sus ventas de vehículos en Norteamérica, su principal mercado, así como la apreciación del yen frente al dólar, tendencias que tampoco arrojan buenas perspectivas para el ejercicio en curso.
"Los resultados reflejan nuestra política de hacer inversiones de cara al futuro y de forma continuada", afirmó en rueda de prensa el presidente de la compañía, Akio Toyoda, quien subrayó que la empresa "no está centrada en lograr beneficios a corto plazo".
El dirigente aludió así a los planes de Toyota para recuperar el trono global del sector y para hacer frente a la creciente competencia en áreas donde se definirá el futuro del automóvil, como la conducción automatizada o la interconectividad de los vehículos a internet.
Toyota ha intensificado sus inversiones durante los últimos años en investigación y desarrollo, así como en un nuevo sistema de producción dirigido a mejorar la eficiencia al incrementar la compatibilidad de componentes entre modelos y marcas, similar al ya introducido por su principal competidor, Volkswagen (DE:VOWG_p).
El incremento de los costes de producción ha restado a sus cuentas de este año 530.000 millones de yenes (4.274 millones de euros), mientras que la apreciación del yen frente a otras monedas como el dólar y el euro repercutió en un impacto negativo de 940.000 millones de yenes (7.581 millones de euros).
Asimismo, el primer fabricante nipón del automotriz incrementó sus ventas globales de vehículos en un 3,34 por ciento hasta los 8,97 millones.
En Norteamérica, su principal mercado, vendió un total de 2,83 millones de vehículos, un 0,07 interanual menos, frente al incremento del 10 por ciento en Japón hasta los 2,27 millones de unidades.
En el resto de Asia, sus ventas avanzaron un 18 por ciento hasta los 1,58 millones de unidades, y en Europa crecieron un 9,4 por ciento hasta los 924.560 vehículos.
No obstante, las cifras para el año natural 2016 reflejaron que Toyota Motor perdió el título de compañía que mayor número de vehículos comercializa en todo el mundo en favor del grupo alemán Volkswagen, lo que supone la primera vez desde 2011 que el fabricante japonés cede el trono como mayor vendedor anual.
Para ejercicio fiscal nipón en curso, que concluirá el 31 de marzo de 2018, Toyota prevé nuevas caídas en sus ganancias netas y en su resultado operativo debido a la actual evolución de los tipos de cambio.
La empresa espera un descenso del 18,1 por ciento en su beneficio neto hasta los 1,5 billones de yenes (12.091 millones de euros), mientras que su beneficio operativo caería un 19,8 por ciento hasta los 1,99 billones de yenes (16.042 millones de euros).
La facturación por ventas, por su parte, retrocederá un 0,4 por ciento hasta los 27,5 billones de yenes (221.686 millones de euros), según los cálculos de Toyota.