Lugo, 19 jul (.).- Trabajadores del complejo industrial de Alcoa (NYSE:AA) en San Cibrao (Lugo) volvían a manifestarse esta tarde y cortaban con barricadas de ruedas ardiendo la carretera N-642 a su paso por ese ayuntamiento, justo el día en el que finaliza el plazo que se dieron la plantilla y la dirección de la compañía para mantener la “paz social” mientras se producían las negociaciones para la venta de la fábrica de aluminio primario.
Alrededor de medio millar de personas, muchas de ellas con banderas blancas con el lema ‘A Mariña se salva luchando’, se concentraron alrededor de las seis de la tarde frente al Club Deportivo Río Covo y, desde allí, emprendieron camino hasta la N-642, concretamente hasta el punto kilométrico 52 -San Cibrao-, donde cortaron la circulación en ambos sentidos con barricadas de neumáticos, a los que luego les prendieron fuego.
Detrás de una pancarta con el lema ‘A Mariña se salva luchando’, los trabajadores corearon consignas conocidas como ‘La solución, una intervención’, ‘Sin industria, no hay futuro’ o ‘Madrid, escucha, A Mariña está en lucha’.
Después de cortar la carretera Nacional 642 la manifestación regresó a San Cibrao, donde finalizó, ante la Casa do Mar de la localidad mariñana.
En cuanto a las noticias que llegaron desde Pittsburgh, en relación con un supuesto compromiso por parte de Alcoa para desbloquear la venta de la planta de aluminio primario, después de la reunión que mantuvieron el CEO de la multinacional, Roy Harvey, y la ministra de Industria, Reyes Maroto, el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, recordó que hasta que haya “papeles firmados” los trabajadores aún no han conseguido nada.
En todo caso, Zan recordó que ahora Alcoa se ha dado un plazo de quince días para analizar detenidamente la propuesta que hoy le planteó la ministra de Industria para tratar de desencallar el proceso de venta y facilitar una operación en la que están interesados al menos cuatro grupos industriales.
Con respecto a la posibilidad de retomar las movilizaciones, confirmó que los trabajadores tienen ahora cinco días de plazo para hablar con las partes, analizar el nuevo escenario y tomar una decisión en relación con la paz social, que ha facilitado el desarrollo de las negociaciones en los dos últimos meses.
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