Roma, 12 abr (.).- Miles de trabajadores del gigante automovilístico Stellantis salieron este viernes a las calles de Turín (norte) para pedir el "relanzamiento" de la planta de Mirafiori, sede histórica de la casa Fiat, y convocaron una huelga general con paros de 8 horas.
Con una gran pancarta en la que se podía leer "El relanzamiento de Turín empieza por Mirafiori", unas 12.000 personas marcharon en la capital del Piamonte, según los 6 sindicatos con representación en la planta (Fiom, Fim, Uilm, Fismic, Uglm y Acqf), que por primera vez en 15 años se unieron para convocar una huelga general.
"Esta batalla común por el futuro de Mirafiori y de toda la industria del automóvil, que une entre sí mundos diferentes es una batalla de todos", dijo a los medios locales Domenico Lo Bianco, uno de los representantes en Piamonte de CISL, el segundo sindicato de Italia en afiliados.
Los trabajadores de la planta, que da empleo a aproximadamente 20.000 personas y que comenzó su producción en 1957, denunciaron que la reducción en la producción del popular Fiat 500 y otros modelos está produciendo despidos.
La movilización se produce después de que medios italianos informaran esta semana de que el Gobierno de Giorgia Meloni, que ha protagonizado desavenencias con Stellantis, ha mantenido contactos con el grupo chino Byd para introducir un "segundo gran productor" en el país.
El consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, ya avisó este miércoles de que introducir a los competidores chinos en el mercado italiano abriría una pugna por la competencia que dejaría "cicatrices" en su negocio y en términos de empleo, después de anunciar una inversión de 100 millones de euros (107 millones de dólares) para aumentar el potencial de la Fiat 500 eléctrica con baterías de nueva generación
Por su parte, el vicepresidente del Gobierno italiano, Antonio Tajani, aseguró este viernes que había recibido "garantías de Stellantis de que tiene la intención absoluta de permanecer en Italia y que no hay intención de abandonarla".
"Es hora de detener las escaramuzas y de negociar en el Palazzo Chigi (sede del Ejecutivo) con los trabajadores un acuerdo de regeneración del trabajo y de gobierno de la transición tecnológica y ecológica", exclamó durante las protestas el líder de Fiom, Michele De Palma.
A la manifestación acudieron trabajadores de todo el sector del automóvil en el norte de Italia, que en los últimos años se ha enfrentado al cierre de hasta 5.000 fábricas relacionadas con la producción de componentes para automóviles, según los sindicatos.