Estambul, 29 sep (.).- El ministro de Hacienda de Turquía, Berat Albayrak, revisó hoy al alza su pronóstico sobre la tasa de inflación para fines de este año, al fijarla en el 10,5 %, 2,6 puntos porcentuales más que la prevista hasta ahora, ante la fuerte caída de la lira hasta mínimos históricos.
Los analistas vinculan la depreciación de la moneda turca en los últimos dos días a la aparente implicación de Turquía en el enfrentamiento bélico entre Armenia y Azerbaiyán desatado el pasado fin de semana.
"A finales del año 2020, la inflación se reducirá a un 10,5 %, y a finales de 2021, a un 8 %", vaticinó el ministro en la presentación de un nuevo plan económico para 2021-2023, informa la agencia Anadolu.
En julio, el Banco Central turco preveía un índice de inflación interanual del 8,9 % para finales del año, dato ahora revisado.
El objetivo del Gobierno es reducir la inflación hasta el 4,9 % en 2023, lejos del 16 % al que se disparó en 2008. En general, en la última década la subida de los precios al consumidor se situó en torno a una media del cerca del 7 %.
La renovada caída de la lira turca en los últimos meses, tras casi dos años de relativa estabilidad, ha afectado las previsiones económicas del país.
A mediados de la semana pasada, tras tres meses de bajadas continuas, la moneda turca rozó por primera vez la barrera de las 9 unidades por euro y los 7,7 por dólar.
El jueves, el anuncio del Banco Central de subir los tipos de interés del 8,25 % al 10,25 % provocó una recuperación de breve duración, pero luego volvió a la senda bajista y ayer, lunes, la lira llegó a cambiarse a 9,13 unidades por euro.
Hacia el mediodía de hoy volvió a encadenar un nuevo mínimo: 9,17 liras por euro y 7,85 por un dólar.
Sin embargo, al anunciar Albayrak el plan económico, la moneda reaccionó al alza, recuperando parte del terreno perdido y fluctuando entre 9,10 y el 9,13 .
Los analistas creen que el anuncio de Ankara de que apoya "con todos los medios" a Azerbaiyán en el conflicto que enfrenta este país caucásico con Armenia puede haber contribuido a la desconfianza de los inversores, al temerse posibles implicaciones bélicas de Turquía.