Valencia, 15 jun (.).- Un 20 % de empresas de la industria textil española ha tenido que parar alguna línea de producción y un 15 % ha tenido que aplicar un ERTE por el incremento del coste energético, que en los últimos doce meses ha sido de un 180 % de media.
Según una encuesta de abril del Consejo Intertextil Español facilitada por la asociación valenciana Ateval, en la que han participado 54 empresas, un 98,1 % afirma que su actividad está afectada por el incremento de los costes energéticos, que representan un 30 % del total (15 % electricidad y 15 % gas), porcentaje similar a los costes de personal sobre los gastos de explotación (33 %).
La totalidad de los costes energéticos ha sido asumida por el 13 %, mientras que el 70 % lo ha trasladado de forma parcial a los costes y un 17 % lo han hecho en su totalidad.
Para las empresas que utilizan procesos de las ramas del agua y necesitan el gas para operar (tintura, estampación y otros procesos), este incremento de costes ha llegado a quintuplicar el precio , a lo que se añade el aumento entre un 50 y un 70 % del precio de la electricidad y de hasta un 500 % en el caso del gas, según ha expuesto a Efe el presidente de Ateval, Pepe Serna.
Esos incrementos dependen de los contratos de que dispongan las industrias y su plazo de aplicación, ha precisado Serna.
Un 43 % de las empresas textiles ha tenido tensiones de tesorería y el 57 % asegura que de momento no, y un 32 % ha tenido que recurrir a financiación externa para hacer frente a sus obligaciones, con un 42 % que prevé tener que hacerlo en un futuro.
El aumento de los costes energéticos ha tenido un impacto directo en la cartera de pedidos del 46 % de las empresas.
El sector textil de la Comunidad Valenciana representa un 50 % de la industria española de acabados y un 40 % de hilatura y tejeduría. El textil confección supone un porcentaje menor, alrededor del 18 %.
Los precios de las materias primas que utilizan -fibras, algodón o poliester- también han subido, además del transporte, los costes de los fletes y la inseguridad de la logística, que generan "un incremento de los costes industriales muy importante", ha señalado Serna.
La guerra en Ucrania ha agravado estos problemas, que ya se venían notando desde finales de 2021, a lo que se ha sumado el aumento de la inflación.
"El tema pinta mal, no vemos una salida al conflicto de la guerra y se va agudizando", lamenta el presidente de la patronal valenciana.
De la industria textil valenciana, la mitad de la producción (unos 2.000 millones de euros) va a exportación, la mayoría a Europa, que importa un 25 % de materias primas de esta industria a China (fibras sintéticas, químicas y naturales), y también de Pakistán, Bangladés y Turquía.
Serna apuesta por la industria de proximidad y por una verdadera política industrial, así como por la reciprocidad comercial y exigencia de Europa en certificaciones de seguridad, calidad y medioambientales.
Por otra parte, la industria textil gasintensiva espera las ayudas comprometidas por la Generalitat Valenciana del Plan Reactiva, que se anunciaron hace dos meses y aún no se han arbitrado aunque el Consell ha anunciado esta semana su próxima activación tras la aprobación por parte de la UE del Marco Temporal Nacional, al que deben acogerse estas líneas de apoyo financiero.