Por Steve Gorman
LOS ÁNGELES, 28 mar (Reuters) - La retransmisión de los premios de la Academia estuvo repleta de lo que faltó el año pasado, con un trío de presentadoras, el regreso de grandes producciones musicales y una gran dosis de comedia, más ácida de lo habitual en los Oscar.
Fue un poco de ese humor provocador, de parte del comediante Chris Rock y considerado ofensivo por el actor Will Smith, lo que llevó al momento más impactante de la noche del domingo: un actor nominado que abofeteó a un presentador en la televisión nacional en directo.
El altercado físico sin precedentes eclipsó la última media hora del espectáculo y sin duda pasará a la historia como uno de los momentos más memorables de los Oscar.
También es seguro que los Oscar, que en los últimos años han tenido una audiencia cada vez menor, volverán a estar en el candelero, aunque probablemente no de la manera que los organizadores imaginaban.
Mientras el incidente tenía lugar, muchos de los presentes en la sala y de los que la veían desde casa se preguntaron momentáneamente si el espectáculo había sido un montaje. Resultó no tener ningún tipo de guion.
El surrealista enfrentamiento se desencadenó cuando Smith, nominado como mejor actor, se enfadó con Rock por haber hecho un comentario sobre el pelo rapado de su mujer cuando el cómico estaba a punto de presentar el premio al mejor documental.
De repente, Smith subió al escenario y soltó una bofetada a Rock con la mano abierta. El actor se dio la vuelta y volvió a sentarse al lado de su esposa, la actriz Jada Pinkett Smith, que padece alopecia.
A continuación, Smith gritó a Rock una frase con una palabrota en defensa de su esposa.
Rock, visiblemente aturdido pero manteniendo la compostura, reconoció que acababa de ser abofeteado por Smith y bromeó diciendo que el incidente había dado lugar a la "mejor noche de la historia de la televisión".
De lo que no cabe duda es de que eclipsó la gala.
Con la intención de aligerar el ambiente momentos después, la copresentadora Amy Schumer salió de nuevo al escenario para fingir que no se había enterado de todo el asunto: "¿Me he perdido algo? Parece que hay un ambiente diferente aquí".
El veterano actor Anthony Hopkins hizo mención al episodio antes de presentar el premio a la mejor actriz, diciendo: "Bueno, qué noche", y añadió: "Will Smith lo ha dicho todo".
Smith volvió a tomar la palabra al subir de nuevo al escenario como ganador del premio al mejor actor por interpretar a Richard Williams, el padre y entrenador de las grandes tenistas Venus y Serena Williams en la película biográfica "King Richard", estrenada en España como "El método Williams".
Un Smith lloroso pidió disculpas a la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas y a sus compañeros nominados durante su discurso de aceptación, en el que comenzó diciendo: "Richard Williams fue un feroz defensor de su familia".
Abandonó el escenario en medio de una gran ovación, después de decir a la multitud: "Espero que la academia me invite de nuevo".
Curiosamente, la película "El método Williams" acabó siendo una especie de hilo conductor de todo el espectáculo.
La retransmisión comenzó con las hermanas Williams presentando la actuación de la superestrella del pop Beyoncé con su single "Be Alive", de la banda sonora de "El método Williams", nominada como mejor canción original.
RECUPERAR EL GLAMUR
En la vuelta a su sede, el Dolby Theatre de Hollywood, la retransmisión trató de recuperar gran parte del glamur habitual y el entretenimiento en directo que se perdió cuando el COVID-19 obligó a realizar el evento en un escenario construido en una estación de trenes en Los Ángeles, debido a las restricciones del momento.
Además de la aparición de Beyoncé, el espectáculo del domingo contó con la actuación de estrellas como Billie Eilish, Reba McEntire y el reparto de la película de animación ganadora del Oscar, "Encanto".
Después de pasar tres años sin un maestro de ceremonias, una mejora notable de los Oscar fue que contó con tres copresentadoras -las cómicas Schumer, Wanda (HK:3699) Sykes y Regina Hall-, lo que supuso la primera ceremonia de los Oscar conducida por un trío de mujeres.
"Es más barato que contratar a un solo hombre", dijo Schumer entre risas.
La propia Schumer puso a prueba los límites del decoro tradicional de los Óscar al reírse de varias personalidades de la sala, incluido el guionista y director de "Ser los Ricardos", Aaron Sorkin, de quien se burló por hacer una película sobre Lucille Ball, pionera de la comedia televisiva, "sin ni siquiera un momento que sea divertido".
Schumer amplificó las burlas al decir que las películas del año en general "no eran todas geniales, muchas de ellas eran bastante difíciles de entender", y añadió: "Ya saben a quiénes me refiero".
En un intento de acelerar el ritmo del espectáculo en una época de caída de los índices de audiencia de los premios, los organizadores redujeron las presentaciones a los ganadores en ocho categorías consideradas de menor interés para los espectadores de televisión.
Esos premios, como los de sonido y diseño de producción, se entregaron durante una "hora dorada" antes de que comenzara la retransmisión en directo, con fragmentos recortados de los discursos de aceptación diseminados a lo largo del espectáculo principal.
Este cambio provocó la reacción de muchos en Hollywood, que lo consideraron una afrenta a los artistas con tareas artesanales fundamentales para el cine. Al final, el programa duró más de lo previsto, más de 3 horas y media. Las copresentadoras se despidieron de los espectadores en pijama.
(Información de Steve Gorman en Los Ángeles; información adicional de Dan Trotta, Frank McGurty, Dan Whitcomb, Nichola Groom, Dawn Chmielewski y Tim Reid; edición de Michael Perry, traducido por José Muñoz)