FRÁNCFORT (Reuters) - Los depositantes de la zona euro saldrían sin daños de una crisis aún más severa que la de 2007-09 si sus gobiernos llegaran a un acuerdo para crear una red de seguridad común para sus fondos, dijo el miércoles un informe de analistas del Banco Central Europeo.
El estudio aborda algunas de las objeciones que han frenado durante años el lanzamiento de un fondo europeo de garantía de depósitos (EDIS, por sus siglas en inglés), como las preocupaciones en Alemania y otros países de que terminarían pagando la factura de los problemas que se produzcan en otros lugares.
Dicho proyecto -que aún no se ha incluido en los planes de unión bancaria en la UE- implicaría proteger depósitos de hasta 100.000 euros en cualquier banco de la zona euro a través de un fondo financiado por la banca y respaldado por sus gobiernos.
Los analistas llegaron a la conclusión de que un bote de 38.000 millones de euros, en consonancia con el diseño de la Comisión Europea, no se agotaría aunque el 10 por ciento de los bancos con mayor riesgo de la zona euro cayeran al mismo tiempo y el sector sufriera pérdidas mucho más grandes que las de la última crisis.
Esto significa que el Fondo de Garantía de Depósitos (DIF por sus siglas en inglés) podría recurrir al dinero pagado por los bancos, y no sería necesario recurrir a los contribuyentes para obtener nuevos fondos.
"Los resultados indican que un DIF totalmente financiado sería suficiente para cubrir los pagos incluso en crisis muy graves, incluso más graves que la crisis financiera mundial de 2007-2009", dijeron los seis economistas en el documento.
El estudio también estimó que las entidades financieras de cualquier país recibirían más de lo que pagaron solo en los escenarios más extremos y esto solo ocurriría en Grecia, España, Bélgica, Chipre, Malta y, en un caso, Luxemburgo.
"El EDIS ofrecería mayores beneficios en términos de protección para los depositantes, al tiempo que presenta riesgos limitados... ya que la probabilidad y la magnitud de las intervenciones probablemente sean bajas", dijeron los analistas.
Esta idea se basa en la suposición de que las contribuciones de los bancos al fondo dependan del riesgo que conlleven. Los bancos alemanes serían los principales contribuyentes con 12.500 millones de euros.