Bruselas, 10 mar (.).- Un informe del organismo internacional de control del tabaco STOP denuncia que la industria tabaquera ha desempeñado actividades de cabildeo con ocho direcciones generales de la Comisión Europea (CE), según detalla el texto que se publicó este miércoles.
En el estudio, en el que también participó el Observatorio Corporativo de Europa (CEO) y la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA), se analizaron documentos recopilados en 2019 y 2020 para determinar el grado de contacto entre las direcciones generales y la industria del tabaco, incluidos otros sectores que reciben fondos de esta industria, así como los grupos influyentes relacionados al vapeo.
El secretario general de la EPHA, Sascha Marschang, señaló en una entrevista con Efe que este tipo de presión por la industria del tabaco comenzó en la década de 1950 y siguió en 2005, cuando se aprobó el Convenio para el Control del Tabaco por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Marschang aseguró que dentro de la Comisión Europea, “la Dirección General SANTE (Salud y Seguridad Alimentaria) aplica muy bien las normas de la ONU, pero el resto de las Direcciones Generales aún no lo hacen” y añadió que la CE está estudiando estas diferencias internamente.
En el estudio se enumeran siete tácticas que son utilizadas para influir en la política de control del tabaco, entre las que se encuentran promover falsedades, posponer regulaciones, protestar contra los reguladores y hacer que la Unión Europea (UE) se enfrente a los Estados miembros.
“Muchas de estas tácticas forman parte del libro de jugadas de las grandes tabaqueras”, expone el informe, donde se subraya que esas estrategias las han seguido durante décadas para retrasar, eludir o impedir que se promulguen políticas eficaces de control del tabaco.
Asimismo, el informe expone estas tácticas mostrando que las empresas tabaqueras son activas y tienen éxito en ejercer influencia comercial mediante cartas, reuniones presenciales y otros contactos con menos registros.
En este sentido, Marschang afirmó que los grupos de presión “son claramente un obstáculo” para avanzar en las leyes de control del tabaco y las estrategias identificadas también presentan “un problema global”.
Además, el representante de la EPHA apuntó a deficiencias en España en el pasado para aplicar el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco (CMCT) en lo relativo a la protección de las políticas de salud pública ante los intereses comerciales de la industria tabaquera.
Sin embargo, otros países como Francia y Holanda han sido elogiados en el cumplimiento de estas medidas, puntualizó Marschang.
·El informe demanda a la CE que enumere todas las reuniones y la correspondencia entre los funcionarios de la Comisión y la industria del tabaco.
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