Dublín, 30 nov (.).- La semana laboral de cuatro días tiene efectos positivos en la productividad e ingresos de las empresas y en el bienestar de los trabajadores, según destaca un informe publicado este miércoles en Irlanda.
El estudio analizó la aplicación durante seis meses de un programa piloto en 12 compañías radicadas en este país, en el que tanto empresarios como empleados reportaron beneficios en el área financiera, social y medioambiental.
"Observamos aumentos en la cantidad de tiempo que los trabajadores dedican a hacer ejercicio semanalmente, al tiempo que detectamos caídas en los niveles de estrés, agotamiento y sentimientos negativos", explicó hoy una de las autoras, Orla Kelly, profesora de Política Social de la Universidad de Dublín (UCD).
Destacó que el "experimento" fue "particularmente exitoso" entre las trabajadoras, quienes celebraron una mejora "significativa" en asuntos relacionados con la conciliación familiar, en las horas de sueño y descanso, y aseguraron que "se sintieron más afianzadas en sus puestos de trabajo".
Respecto a los cuadros de mando, siete compañías aportaron información sobre sus ingresos mensuales y seis reflejaron un repunte de la facturación, mientras que una reportó un descenso.
Asimismo, dos empresas indicaron que la reestructuración acometida para acomodar una semana de cuatro días provocó una caída del uso general de energía.
La mayoría de estas, nueve de las doce, se declararon "comprometidas" a mantener este ritmo de trabajo, mientras que las otras tres no tienen claro que sea sostenible a largo plazo.
En general, subrayó el informe, las compañías dieron al proyecto piloto una nota de satisfacción de 9,2 puntos, en una escala del uno (muy negativo) al diez (muy positivo).
El 100 % trabajadores, por contra, se manifestaron a favor de mantener la semana laboral de cuatro días.
"Nuestras conclusiones aportan lecciones importantes sobre el futuro laboral en este país", afirmó Kelly.
El secretario general del sindicato Forsa, Kevin Callinan, también opinó que el informe demuestra que es necesario equilibrar los horarios de trabajo con la vida privada.
"La semana de cuatro días puede estar en la vanguardia de una nueva era de trabajo, brindando beneficios sociales sin perjuicio para los salarios o la productividad", agregó el sindicalista.