Ginebra, 12 oct (EFE).- La alta incidencia de empleo informal en
los países en desarrollo reduce la capacidad de éstos de
beneficiarse de la apertura del comercio, señaló hoy un estudio
conjunto de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la
Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El informe, que analiza los vínculos entre globalización y empleo
informal, observa que este tipo de trabajo está muy difundido en
muchos países en desarrollo y hace que muchos trabajadores carezcan
casi por completo de seguridad en el empleo, tengan un bajo nivel de
ingresos y no cuenten con ninguna protección social.
Los niveles de informalidad varían considerablemente y van desde
el 30 por ciento en algunos países de América Latina hasta más del
80 por ciento en algunos países del África subsahariana y de Asia
meridional.
Al presentar el estudio, el director general de la OIT, Juan
Somavía, señaló que "confirma lo que sabemos ya por experiencia: que
cuando se promueve la complementariedad entre objetivos de trabajo
decente y de comercio, políticas financieras y políticas aplicables
al mercado de trabajo, los países tienen perspectivas mucho mejores
de beneficiarse de la apertura del comercio, de promover la
dimensión social de la globalización y hacer frente a la crisis
actual".
Por su parte, el director general de la OMC, Pascal Lamy, afirmó
que "el comercio ha contribuido al crecimiento y el desarrollo en
todo el mundo, pero esto no ha llevado automáticamente a una mejora
de la calidad del empleo. Se necesitan políticas internas apropiadas
para que la apertura del comercio haga que se creen buenos empleos".
"Esto es especialmente evidente en el marco de la crisis actual,
que ha reducido el comercio y empujado a miles de trabajadores al
sector informal", agregó.
El estudio muestra que las economías más abiertas suelen tener
una incidencia más baja de empleo informal.
Y si los efectos a corto plazo de la apertura del comercio pueden
estar asociados en un primer momento con un aumento del empleo
informal, a más largo plazo se da un fortalecimiento del sector de
empleo formal, siempre que las reformas del comercio sean más
favorables al empleo y que haya políticas internas correctas.
Así, los expertos afirman que la reducción del trabajo informal
puede hacer que surjan nuevas fuerzas productivas, aumentar la
diversificación y reforzar la capacidad de participar en el comercio
internacional.
Por otra parte, cuanto mayor es la incidencia de informalidad,
mayor es la vulnerabilidad de los países en desarrollo a las
conmociones como la actual crisis económica mundial, afirma el
estudio.
Así, los países con grandes economías informales sufren más
frecuentemente conmociones y tienen tasas de crecimiento sostenible
más bajas, y el empleo informal reduce la eficacia de los
estabilizadores automáticos.
Por ello, los expertos concluyen que la integración en los
mercados mundiales y la reducción del empleo informal mediante
políticas que favorezcan el trabajo decente deben considerarse
aspectos complementarios.
Y es necesario prestar más atención a las políticas de protección
social al mismo tiempo que al diseño de la reforma del comercio.
En el estudio se sugiere que la reforma del comercio debe
diseñarse y aplicarse de manera que favorezca el empleo, haciendo
que la reasignación de los puestos de trabajo contribuya al aumento
del empleo formal. EFE