Madrid, 26 abr (.).- La central sindical USO-Industria ha solicitado de nuevo que en el sector petroquímico se puedan aplicar los coeficientes reductores en el acceso a la jubilación anticipada en el entorno de los 3 años de antelación sobre la edad mínima, por penosidad, peligrosidad y mortalidad en el colectivo de trabajadores.
El sindicato ha elaborado un detallado informe, presentado este viernes en Madrid, y en el que describe las características del trabajo en el sector petroquímico. En el texto, enviado a las distintas administraciones, se detalla que del total de accidentes registrados en el sector industrial, el 51,7 % tienen su origen en el sector petroquímico y del refino, con 2.336 accidentes solo en 2022.
En el informe, el sindicato advierte asimismo de la existencia de un "agravio comparativo" con otros sectores en los que sí se aplican esos coeficientes reductores por motivos de salud y seguridad en el trabajo, como la minería, personal de vuelo, trabajadores ferroviarios o artistas.
Añade que percibe, en general, una "escasa o nula voluntad" por parte de la Administración de dar respuesta a las distintas solicitudes de tramitación de coeficientes reductores que ha recibido en los últimos años.
Según los responsables de USO, el aumento de la edad de jubilación "debe ir acompañado de una especial consideración" de aquellas profesiones que por razón de su actividad tienen una mayor carga de penosidad y riesgos.
El responsable de seguridad y salud de USO Industria, Marcos Ruiz, ha comentado que "es necesaria una exhaustiva evaluación de riesgos específicos en los puestos de trabajo" del sector.
Algunos de los accidentes más comunes en el sector petroquímico, según el análisis, se producen por asfixia, incendios o explosiones.
De hecho, el informe incluye un buen número de ejemplos de accidentes en refinerías, empresas gasistas o del transporte, y detalla riesgos para la salud que afectan a las vías respiratorias, la dermis, el aparato digestivo y heridas punzantes.
El sindicato apunta que la aplicación de estos coeficientes reductores provocará en las empresas un rejuvenecimiento de las plantillas y una mejora de la productividad, en tanto que para la Administración incrementaría las cotizaciones sociales, entre otras cuestiones.
Según los últimos datos aportados por la patronal Feique, la industria química está compuesta por más de 3.000 empresas, emplea a 792.000 personas de forma directa e indirecta, aporta el 6,1 % al PIB y facturó en conjunto 82.493 millones de euros en el último ejercicio.